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España España · Granada
Voto de Kikivall:
7
Comedia. Drama Lola, la moderna y caótica abuela de Edgar y Robert, se hizo cargo de ellos tras la muerte de su hija unos años atrás. Los tres viven en una modesta casa del extrarradio de Barcelona, y nada les hace sospechar que su tranquila vida está a punto de cambiar drásticamente. Lola ha entrado en un proceso avanzado de Alzheimer y los niños, que no están dispuestos a que les separen y acabar en un lugar de acogida, se harán cargo de ella con ... [+]
4 de abril de 2023
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La madre de Agustí Villaronga murió un año antes que él, con la mente perdida. En homenaje a esa madre, su hijo, que se fue al poco tiempo también, logró crear esta película tan juguetona, traviesa, luminosa y al mismo posicionada del lado de los más necesitados.

Mario, el coguionista de esta película y su compañero, cuenta que el cineasta murió por el cine. «Yo no quería que hiciera la peli. Porque si rodaba significaba que tenía que dejar la quimioterapia. Los médicos le hicieron firmar un papel de que no se hacían responsables de esa locura», contó Torrecillas. Abandonó la quimio y se dejó la piel en cinco semanas diabólicas, y dejó la vida con la cámara puesta.

Pues bien, esta última película que ha dirigido Agustí, cuando sabía que era la última, es sin duda muy especial: «Una comedia, por primera vez», dijo. Pero más que comedia es lo que solemos llamar tragicomedia. Una gozada, una obra que es más que lo que meramente vemos en pantalla. Tras la película hay mucho más.

Lola, Loli Tormenta, es en la historia una mujer que destacó como atleta de élite en las carreras de obstáculos. A Loli se le dan peor las barreras a las que se enfrenta en su jubilación para sacar adelante a sus dos nietos: Edgar y Robert, niños de 9 y 13 años, hijos de diferentes parejas de su hija ya fallecida. Por falta de recursos económicos, sufre y suda para hacerse cargo de la alimentación y los gastos.

Pero Lola es sobre todo la moderna y anárquica de abuela de una familia y viven en una casa modesta de la periferia de Barcelona. Todo estaba bien, nada les hizo pensar que la agradable vida familiar podría cambiar.

El asunto es que la abuela ha entrado en un proceso de demencia tipo Alzheimer que avanza sin tregua. Pero los niños, ni quieren que los separen, ni quieren acabar en un hogar de acogida, ni que se lleven a Lola a una residencia. Para evitarlo se hacen cargo de la abuela con un enorme ingenio y una exuberante fantasía: es preciso ocultar la enfermedad.

Es una cinta que trata sobre la vejez, el final de la vida, el olvido, los seres que amamos y el legado que vamos a dejar. Pero lo hace con ánimo, incluso con la alegría que insuflan los jóvenes protagonistas y la también joven de espíritu abuela, una mujer vital y luchadora.

Tiene un elenco donde destaca una sensacional y expresiva Susi Sánchez que hace, de manera natural, un trabajo que esconde la dificultad del personaje que interpreta. Acompañan muy bien Mor Ngom (el hermano pequeño) que hace reír con su frescura a la par que emociona con su dolor; Joel Gálvez (el hermano mayor) estupendo; Maria Anglada Sellares (su nueva amiga), muy bien y creíble; Fernando Esteso, que humaniza y aporta ternura al tío Ramón, un avaro, un personaje histriónico al que se acaba cogiendo cariño.

Es una película imperfecta y a la vez hermosa. Cargada de poesía, su transtextualidad es muy amplia, hay una y veinte historias latentes tras la historia manifiesta. Villaronga echó el resto de la vida que le quedaba en el set de rodaje con una película mágica, una obra que Agustí pensó imaginó y escribió junto a su fiel amigo Mario Torrecillas, iluminada toda por la luz de un cineasta fabuloso que buscó la verdad en cuanto hizo.

Villaronga hace aquí lo que le da la gana, lo que estima conveniente, sin tener en cuenta las convenciones o prejuicios sociales.

Sin duda ha sido una película hecha con dolor, pero no desde el dolor. Villaronga abandona sus habituales temáticas oscuras y decide cerrar su obra con una comedia cotidiana, resplandeciente y distendida. Una comedia con elementos dramáticos centrada en el alzhéimer. Pero la historia tiene un enfoque sin severidad, desde la óptica de los chavales que crean su peculiar mundo para protegerse y proteger a la abuela.

También se habla de la infancia amenazada por los adultos y se acerca a unos críos que bordean la extrema pobreza con gran indiferencia de la sociedad. Material muy sensible y la bondad y el optimismo que, dicen, desprendía el propio Villaronga en la distancia corta, su bonhomía.

Nuestro director se rodeó de gente llena de luz para filmar una comedia ácida, que huele a tierra fresca mientras los pájaros anidan en una tele rota plantada en un árbol. Esos seres de luz que salen en pantalla debieron decirle a Agustí que ya estaba, que se podía ir tranquilo.

Más extenso en revista de cine ENCADENADOS: https://www.encadenados.org/rdc/sin-perdon/6828-loli-tormenta-2
Kikivall
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