Drama autobiográfico que nos sumerge en la vida de Sam Childers, un hombre complejo y paradójico, interpretado de forma sensacional por un Gerard Butler en plenitud.

Sam es un exconvicto que, tras tocar fondo al matar a un hombre, encuentra redención en la fe religiosa. Su transformación lo lleva a colaborar en Ruanda y construir un refugio para niños en Sudán y el norte de Uganda. Sin embargo, su implicación personal lo lleva a defenderlos con las armas, sacrificando su patrimonio y desatendiendo a su familia.

La película, dirigida por Marc Forster con guion de Jason Keller, nos muestra la lucha de Sam contra el criminal más buscado del mundo, Joseph Kony, en su cruzada por salvar a los niños de la violencia y la muerte.

La interpretación de Butler es conmovedora, y la película deja un atisbo de esperanza al recordarnos que, a pesar de nuestras imperfecciones, algunos se esfuerzan por ayudar a quienes sufren y mueren sin sentido.

En suma, drama autobiográfico que nos hace reflexionar sobre la redención, la fe y la lucha por una causa justa. Aunque no sea un “Rambo”, Sam Childers nos muestra que la verdadera valentía está en enfrentarse a la adversidad para proteger a los más vulnerables.

En gran medida un mensaje cristiano para los más tibios.