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España España · Granada
Voto de Kikivall:
6
Comedia Odette (Catherine Frot) no tiene, aparentemente, ninguna razón para ser feliz, pero lo es. Balthazar (Albert Dupontel) no tiene, aparentemente, ninguna razón para ser infeliz, pero lo es. Odette es una cuarentona torpe que trabaja en la sección de cosméticos de unos grandes almacenes. Sueña con Balthazar Balsan, su escritor favorito, a quién cree que le debe su felicidad. Balsan es un hombre de éxito, atractivo y seductor que está a ... [+]
31 de mayo de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Odette Toulemonde (Catherine Frot) es el nombre de una dependienta de cosméticos en unos grandes almacenes, viuda, con dos hijos singulares, cuarentona, mediocre, pero feliz a pesar de su vida simplona y sin alicientes. Por el contrario, Balthazar (Albert Dupontel) es un escritor de éxito, atractivo y seductor, rico y con una vida trepidante, pero es infeliz. Odette lee con fruición toda la producción literaria de Balthazar, su escritor favorito a quién atribuye su felicidad. Luego la historia se precipita por unos derroteros inesperados con final feliz.

La verdad es que sin ser una gran película, le cabe el mérito de tocar la fibra sensible del espectador que observa la historia como si fuera un cuento, tal vez el cuento de la Cenicienta, donde se pone de manifiesto la importancia de las pequeñas cosas y de la manera positiva de encarar la vida, encarnada en Odette. Por el contrario, el mundo de la vanidad y la ostentación en el que vive el escritor Balthazar, es un mundo vacío donde se vive a todo tren pero sin la sustancia del amor, de la verdad personal y la franqueza ante la vida: todo es ficticio. Recuerda el film cómo, ya lo decía Freud, uno se puede curar por la psicoterapia o por el amor, y Balthazar se cura de su depresión por el amor de Odtte, es decir, abandona su centramiento egotístico y logra, con la ayuda de la protagonista, volver a investir el mundo, las cosas, su hijo, su trabajo, etc., saliendo así de la profunda melancolía que le aquejaba. Y al final, cuando su ánimo y sus intereses parecían anclados en un páramo, incluso escribe una nueva novela en la que narra ese tránsito de infierno al cielo.

Quiero resaltar la aparición de la figura de Jesús, la naturalidad con se aborda el tema de la homosexualidad, los gags cómicos como cuando él se pone un particular pijama, el mal trato en la mujer y, en fin, la manera de abordar los problemas cotidianos de la vida con alegría y buen talante.

Película bien dirigida por Schmitt en su ópera prima. Excelentes las interpretaciones de los protagonistas Catherine Frot y Albert Dupontel. Buena fotografía y un guión que en algunos pasajes recuerda a la famosa película también francesa, Amèlie.

Recomiendo esta película a todo el que quiera disfrutar de una bonita historia. Tal vez no sea la GRAN película con mayúsculas, pero sí es una bella historia del cine francés entre tanta cacharrería y violencia del cine americano.
Kikivall
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