Otra producción Disney imperdible es esta películita dirigida por James Algar, con libreto redondo de Perce Pearce y Carl Fallberg (basado en la balada homónima (Der Zauberlehrling en alemán) de Johann Wolfgang von Goethe. Genial música de Leopold Stokowski con el tema del poema sinfónico del compositor francés Paul Dukas, compuesto en 1897.

En la historia un enorme, como siempre, Mickey Mouse es a la sazón discípulo de un mago y por sus descuidos y atrevimientos se ve envuelto en un embrollo monumental, pues sus conocimientos de magia son muy cortitos.

Es un clásico segmento de la película de 1940 "Fantasía", que ha sido incluido en su continuación "Fantasía 2000" y en varios VHS/DVD recopilatorios de cortometrajes del ratón Mickey. Al principio fue pensado como un corto pero fue el origen de la idea de "Fantasía" que en otro momento comentaré: ¡recuerdos de infancia!

Son 10 minutos de absoluta excelencia en el plano cómico, musical, animado y narativo. Este cortito es una perla del séptimo arte que será eterna y estoy seguro que los niños de hoy disfrutarían mucho viéndola, alucinarían y quedarían prendados de tan particular mago y sus cubos de agua. Y es Mickey es infalible, sin duda el personaje animado más importante de siempre jamás, toda una leyenda.

Conclusión: resulta imposible no dejarse cautivar por el embrujo de esta producción de Disney pensada para los niños, “esos locos bajitos” que decía Serrat. Es una historia deliciosa que por sí misma posee valor para ser recordada; a su lado la expresividad del súper-ratón y el pujante y distinguido trazo de los dibujos disneynianos, una cuidada iluminación, el mágico colorido y el dinamismo de una narración que hace vivir al espectador en primera persona cuanto ocurre en la pantalla.