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España España · Granada
Voto de Kikivall:
5
Comedia Bernabé, cuarentón que trabaja como director creativo de una importante agencia de publicidad, es un hombre casado. Aún así mantiene relaciones con una amante, y trata de conquistar a Lucía, una atractiva ecologista. En plena crisis de los cuarenta está obsesionado con seducir a todas las mujeres que se le ponen a tiro. Pero todo le sale al revés y su mujer le deja. (FILMAFFINITY)
26 de abril de 2018
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Comedia que habla de la denominada “crisis de los cuarenta”, que hoy, con el aumento en la expectativa de vida, ya son crisis de los cincuenta e incluso de los sesenta. Este tipo de crisis constituye un período de transición en el cual los sujetos, por lo común varones, pero esto está cambiando y también se han añadido las féminas, se encuentran en un momento intermedio de edad, empiezan a sentir que se les va la juventud y con ella, las oportunidades de vivir la vida más intensamente, con más plenitud. Estas crisis de la medianía de edad se caracterizan por cierta auto indulgencia, la búsqueda de sensaciones nuevas como comprarse una moto o un auto deportivo, iniciar nuevos y por lo común erráticos amoríos con parejas más lozanas.

La trama se centra en un vivales de nombre Bernabé, hombre cuarentón en buena posición como director creativo de una importante agencia de publicidad.

Fernando Colomo pretende hacer la típica comedia con tintes madrileños sobre un sujeto que seguro que figura en cualquier manual sobre el perfecto cantamañanas, individuo empeñado obsesivamente en hacer que sus crisis sean las de todos, o sea, que incluya a su esposa, a sus hijos, a su amante habitual, etc.. El guión del propio Colomo y Andreu Martín apenas pasa el corte pues está plagado de tópicos, vueltas de tuerca y variaciones sobre el mismo tema. Tiene una pasable tirando a cortita música de José Nieto y una decente fotografía de Ángel Luis Fernández.

En el reparto está José Sacristán en su formato de siempre; solvente, aunque a mí ni me guste. Cristina Marsillach está regular, limitada, mona sí, pero con escaso repertorio actoral. En ese sentido mucho mejor es el trabajo de Mercedes Sampietro como amante y abnegada mujer. Bien Fernando Vivanco y Marta Fernández-Muro graciosa y resultona.

Es una película de mediana para abajo que yo, particularmente, la soporté mal. Pero la cinta tiene un puntito entre cómico y existencialista, entre sexual y filosófico, llevado de la mano de un Sacristán para el que parece han escrito el papel. Pero mediado el metraje la cosa se viene abajo y deviene sainete de jovenzuelos y golpes por culpa de un libreto que carece de consistencia y por el mal hacer de los actores bisoños, sobre todo, como y como ya he señalado, por la Marsillach, tan bonita como infausta actriz.

En definitiva, es una película simple, a veces incluso trasnochada, con la figura de un vaina de cuidado como abundaban en esa época de pretendido lujo y ostentación, coche Porsche incluido para ligar mejor.
Kikivall
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