El documental no me parece gran cosa, porque la ya destacada objetividad me parece un mínimo irrenunciable. Ahora, resulta que las conclusiones que yo extraigo parece que no coinciden demasiado con el resto de las críticas. De hecho veo que casi todas consideran que un único experimento, diseñado por un académico charlatán que reconoce ser un aprovechado, y ejecutado por la loca de su ex-amante en el momento más crítico (el inicial), carente de una continuidad y de un método (hay varios improvisados según quién va llegando), puede servir para extraer algún tipo de conclusión de un mínimo valor científico. Para mí la total inutilidad del proyecto es la clave de la tragedia.