Richard Donner, director con oficio, pero muy lejos de acercarse a la maestría de su mejor obra, La Profecía, dirige una peli que se hace muy larga para lo que ofrece, una entretenidilla historia con la que es muy difícil de conectar: Jerry Fletcher, un taxista neoyorquino, tiene la particular afición de escribir un panfletillo en el que intenta dar a conocer una serie de teorías conspirativas que más bien son reflejo de su propia existencia paranoica. Sin embargo, con una de ellas parece dar en el clavo, y ahí arraca toda la movida de la peli, la persecución por una ultrasecreta agencia gubernamental, la colaboración que Jerry encuentra en Alice Sutton, etc.
Realmente me pareció muy poco entretenida, ya que exige un esfuerzo demasiado grande en el espectador, que debe hacer un ejercicio enorme de voluntad para creerse esas pamplinas. Mientras se mantiene en el terreno de la particular idiosincrasia de Jerry aún hay cierto interés, que se pierde cuando deriva hacia la acción un tanto boba. Tampoco ayuda el hecho de que ni Julia Roberts ni Mel Gibson estén especialmente inspirados a la hora de interpretar sus papeles: Gibson sobreactúa de una manera chirriante, excesiva incluso para justificar la actitud de su paranoico personaje, y la Roberts parece bastante perdida en la recreación de un rol que deambula por ahí con más pena que gloria.