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España España · Ciutadella de Menorca
Voto de Joan:
9
Drama Antonio Salieri es el músico más destacado de la corte del Emperador José II de Austria. Entregado completamente a la música, le promete a Dios humildad y castidad si, a cambio, conserva sus extraordinarias dotes musicales. Pero, después de la llegada a la corte de un joven llamado Wolfang Amadeus Mozart, Salieri queda relegado a un segundo plano. Enfurecido por la pérdida de protagonismo, hará todo lo posible para arruinar la carrera ... [+]
24 de agosto de 2008
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El dramaturgo Peter Shaffer pergeña un guión sobre su propia obra de teatro que narra la relación de Mozart y Antonio Salieri, bajo el prisma de la envidia y odio del compositor italiano sobre el niño prodigio de la música. Un tema jamás confirmado, sobre el que el poeta Aleksander Pushkin y luego Rimski-Kórsakov ya dedicaron respectivos poema y ópera. Así, la película de Milos Forman pivota de nuevo sobre tan jugoso como dudoso material "histórico".

Dejando a un lado la veracidad histórica (que al menos aquí no es estrictamente necesaria, pero sobre la que es bueno saber que hay solamente algunas cosas, como que Mozart murió con su famoso Réquiem inacabado o que fue enterrado en una fosa común) AMADEUS resulta un brillante largometraje, con espectaculares decorados, escenas operísticas y ¿es menester mencionarlo? grandiosa música.

A buen seguro, el autor de LA FLAUTA MÁGICA como genio que era debía tener alguna que otra excentricidad. En el film, sus excentricidades consisten en un infantilismo y -sobre todo- una tan característica como tonta risa. Una risa que aun más alimenta el fuego de las iras y la envidia del Salieri fílmico hacia Amadeus y hacia Dios, por permitir que le haya sido concedido el genio musical a un "ser vulgar", en lugar de a alguien consagrado como él a la música Divina desde muy joven. Una gran escena ilustrativa de la contrariedad de Salieri es cuando lee las partituras que la mujer de Mozart le trae para que les ayude, dejándolas caer al suelo extasiado al imaginar la música mientras lee las notas en los impolutos papeles, exentos de tachones y correciones.

Una gran obra, sin olvidar la Shakesperiana relación de Amadeus con su padre Leopold. Una gran influencia postmortem de la figura paterna, que ayudará al desarrollo de la enfermedad y la pérdida de cordura del músico, así como una impresionabilidad que va a dar juego a Salieri. Todo ello, para desembocar en el impresionante Réquiem, última obra que tuvo que terminar su discípulo Süssmayer (ésto último es real, aunque no se ve en la película).
Joan
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