Una pareja está dentro de un coche escuchando la radio. La misión espacial para detener el Asteroide Mathilda ha fracasado y la humanidad se enfrenta a un inevitable final, tres semanas es el tiempo que queda para la colisión, tres semanas de vida. La mujer sale del coche y se va para siempre. El hombre, perplejo, no acierta a hacer nada para evitarlo. Su nombre es Dodge y es uno de esos seres humanos aburridos que necesita tener todo cuadriculado y calculado para sentirse seguro, aunque ello no le aporte la felicidad. Sigue asistiendo a su trabajo puntualmente y diariamente, no tiene otra cosa mejor que hacer a pesar de que el fin está próximo. Dodge es un tipo que no encaja, que nunca encontró su lugar por temor de salir de su círculo de confort a buscarlo.

Los días pasan entre escenas ridículas, saqueos, sexo, y drogas ocupan el ranking de nuevas aficiones de la gente que nunca supo vivir la vida al límite, en contraste con las personas que siguen asistiendo a su puesto de trabajo puntualmente a diario, que van a machacarse al gimnasio como si no hubiese mañana o que cortan el césped de sus jardines meticulosamente. Sí, el mundo se ha vuelto loco, los extremos se separan cada vez más y Dodge sigue sin ser feliz, no lo era antes, mucho menos ahora que no tiene mucho recorrido por delante.

Pero el Destino pone en su camino a Penny, una chica mucho más joven y atrevida que él, que se dio cuenta demasiado tarde de que había desperdiciado su vida lejos de sus seres más queridos y le había regalado su tiempo a las personas equivocadas. Ahora, ya no podrá volver a verlos porque todos los billetes de avión están agotados, el fin se aproxima y la soledad ahoga a Penny, y este es el único punto que tiene en común con Dodge, pues son polos opuestos.

Comienzan un viaje juntos y comienza a rodar un film diferente. Dodge decide ir en busca de su amor platónico, Penny quiere ayudarle y tratar de llegar a ver a su familia. No te hacer reír a carcajadas y tampoco llorar a borbotones, no es dulce y no es amarga, te hace sonreír y te hace sentir pena, pero también te hace pensar. ¿Por qué la gente cuándo sabe que llega el fin se acuerda del pasado?. ¿Y si todo lo que necesitas para vivir feliz está delante de ti y no sabes verlo?. ¿Qué final elegiría yo para mi propio cuento?.

Buscando un amigo para el fin del mundo te cuenta el fin del mundo de una manera diferente, sin heroicidades imposibles, sin banderas americanas ni héroes militares o astronautas que se sacrifican por la humanidad y la salvan del asteroide. Los héroes son tan anónimos como puede serlo Dodge, que al final se convierte en un héroe para mí por su manera de actuar sencilla y humana. Los últimos minutos de la película son preciosos e intensos, pues la película reserva lo mejor para un final tan bello como atípico. Desde la escena con al canción de The Hollies, The air that i breathe el film cobra mucha más fuerza y tan sólo por este final la película merece la pena.

Un 7 final para una película sin pretensiones y poco compleja que desnuda con acierto los sentimientos más básicos del ser humano; el amor, la libertad y el miedo a la soledad.

P.D. A toda persona que se anime a verla le recomiendo que aguante hasta el final, porque tras un buen comienzo la película parece perder ritmo y coherencia, pero tan sólo está amasando el producto para darnos un gran final.