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España España · Málaga
Voto de Kaori:
3
Acción. Fantástico. Terror Durante años, Blade ha luchado contra los vampiros sin que el mundo supiera lo que sucedía en los bajos fondos. Pero ahora, tras caer en las redes del FBI, se ve forzado a salir a la luz del día para unir sus fuerzas con un clan de humanos cazadores de vampiros que nunca supo que existían, los Nightstalkers. Junto a Abigail y Hannibal, Blade sigue la pista de una Antigua criatura que lo está acechando el vampiro original: Drácula. (FILMAFFINITY) [+]
12 de octubre de 2013
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde luego la saga Blade es una de esas que han ido involucionando a un ritmo vertiginoso. Lejos queda ya aquella «Blade» con imágenes, luchas y antagónicos inolvidables. De la segunda parte he hablado no hace mucho, y de esta tercera hablaré ahora mismo, diciendo para empezar que es calamitosa.

Jessica Biel, convertida por esas cosas que pasan y no se entienden en icono sexual (pasajero), y un Ryan Reynolds que, sinceramente, no sé qué hace aquí, son los nuevos acompañantes del Blade de Wesley Snipes. Supongo que ellos formarán la trinidad que el título de la película anuncia. En esta tercera y, espero de corazón, última parte, los vampiros malosos resucitarán ni más ni menos que a Drácula con pantalones campana de cuero (no comment) para que venza al gran Blade. De pasada, el FBI en representación del Estado irá tras los pasos de Blade porque, claro, no puedes estar toda tu vida matando vampiros y humanos por ahí sin que, en algún momento, te pillen. Pues le pillan. Esto, la verdad, no aporta prácticamente nada a la trama, excepto una indescriptible secuencia iniciada por Abigail y Hannibal rescatando a Blade. Creo que se me saltaron la lágrima de risa, así que creo que con eso ya está todo dicho.

«Blade Trinity» no sólo pierde cualquier rastro de buen gusto, encanto, carisma..., yo qué sé, de esa alma, por llamarlo de alguna manera, que vivía bajo el Blade original, sino que también verisimilitud dentro de la fantasía. Así, nos atropella con un montón de luchas, algunas que ni siquiera vienen a cuento (como la de Abigail en la estación de metro, encajada de repente en la trama... Incomprensible), y diálogos que lo mejor que puedes hacer es olvidar o ignorar, tal y como hace Blade ante las chorradas que suelta Hannibal. Es verdad que a veces se le escapa algo con cierta gracia, pero la mayor parte del tiempo te cansa.

Aunque floja, entretiene con sus disparates, eso hay que reconocérselo.
Kaori
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