Blade: Trinity

Por su intención de ser una peli de vampiros moderna que mezcla acción, terror y comedia, los medios especializados la consideran una versión yanki del clásico español "Aquí llega Condemor, el Pecador de la Pradera", pero tiene algunos elementos de la distinguen de este noble referente:
a) unos perros fistros vampiros
b) carteles y periódicos escritos en el diabólico idioma esperanto
y c) una morbosa vampiresa con los colmillos en la entrepierna!

Nota: un cate alto.

Otras criticas ya lo dijeron antes: una vampiro con los colmillos en el chomino, otro con los colmillos metálicos, el hermano cachas de Prison Break apestando aún más que de costumbre, la belleza de la Biel lo único a destacar en positivo. Ausencia de guión, desidia en la dirección, asco en el propio protagonista, que parece le hayan amenazado a la familia para obligarle a salir en semejante pestiño, y el absurdo y lo ridículo se adueñan de la función.

Una mierda absoluta, de la que solo puedo añadir que al Snipes lo maquilló un ex de Village People. Porque vaya pinta de afeminado que se gasta. La reina del carnaval de Cádiz no lleva tan perfiladas las cejas, ni tanto maquillaje ni aún menos rimmel.

Yo la vi cenando, y en algún momento estuve tentado de llevarme el plato al váter, para estar a juego con lo que me inspiraba lo que veia. Con eso lo digo todo.

En realidad, ésta no es una peli para matar el tiempo; es más bien para comprobar que desperdiciarlo es lo que puede llegar a hacerte sentirte muerto.

Blade es un gran personaje Marvel. La tercera entrega no le hace justicia: descuidada, pasota y se nota que realizada a toda pastilla. Además tenemos a Wesley Snipes (el Stallone de color) que no se corta ni media en su tercera entrega. Se carga a la peña de refilón, sin mirarlos a la cara, vamos... como un jueves tonto de Chuck Norris. Espero que el sr. Goyer abandone con urgencia el trabajo de dirección y se dedique... pues no sé... mmm... mmm... mmm....

Lamentable película de David s. Goyer. Vuelven al típico argumento de vampiros para poder poner un punto y, espero, final de una trilogía muy pobre, con un patético Dominic Purcell haciendo de incoloro Dracula. En esta tercera entrega nos dejan un guion deficiente, con escenas de acción absurdas y sin ritmo, y con un ambiente casi de videoclip.
Lo mejor de la película es sin duda para los aficionados a la lucha libre, que podrán ver al 11 veces campeón de la WWE, triple h haciendo un par de spears a Ryan Reynolds.

Drácula ha vuelto (con esteroides) pero está Él.

Él está para salvarnos…

No te metas con él porque dirán que eres un racista.

Y no está sólo.
Está Ella: buenorra.
Está El Blanquito: también… buenorra (porque tiene cara de niñata y se depila hasta el refajo).

Da lo mismo que los vampiros sean hippies y/o perroflautas porque Él se llama Blade y acabará con todos ellos.
¡Con todos!

¡Saca tu ira!
¡Grita!
¡Chilla!
¡Y mata!
Sobre todo al perro y la vagina vampira.

No hagan caso a estas películas porque las produce la Asociación Anti-Vampiros.
Los vampiros no son mala gente, simplemente tienen hambre.
¿Qué dirían si alguien se mete con una niña por estar gorda?
¿Y qué dirían si la niña gorda se lo come?
Pues que beba algo para que baje mejor.

Y usted intente no beber (ni ver bebido) Blade 3 (Trinity no sale aunque Blade la copie el modelito)…
…porque La Sed (por ver Bodrios) Siempre Vence.