Aunque Audie Murphy protagonizó un montón de westerns, Jesse Hibbs fue, sin duda, el que más partido sacó del imberbe y limitado actor.. En tres formidables películas: "Ride clear of Diablo" (1954), "La tierra del orgullo" (1956) y "Ride a crooked trail" (1958) nos muestra a un Murphy diferente, apartándole de su rol de vaquero blando y casi afeminado. Bajo la dirección de Hibbs, el joven intérprete consolida un personaje dinámico, de firmes convicciones y... hasta con cierto carisma.
"Ride a crooked trail" es un magnífico western repleto de buenas ideas. Ideas arriesgadas que Jesse Hibbs esparce con suma naturalidad. Aquí pongo un puerto, allá un barco-vivienda, en este otro lado un caserón de dos plantas. En plena ciudad del Oeste. Y se queda tan ancho. Y al espectador le gusta. Y aún le gusta más cuando las luces nocturnas, resaltadas por una soberbia fotografía, extienden su manto anaranjado sobre las calles de la bulliciosa población. Como por una ventana indiscreta y, amparados en la noche, nos mecemos con Maybe y Jimmy en el saloncito del barco y les escuchamos hablar del pasado y del futuro. Es curioso, paradójico, sorprendente. Nadie diría que, a la mañana siguiente, nos íbamos a dar de bruces con el engaño, la traición, el resabio de Matthau, la explosiva belleza de Gia Scala y la presencia estremecedora de Henry Silva.