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Voto de Anibal Ricci:
8
7,2
59.695
Thriller. Drama
Biopic sobre el matemático británico Alan Turing, famoso por haber descifrado los códigos secretos nazis contenidos en la máquina Enigma, lo cual determinó el devenir de la II Guerra Mundial (1939-1945) en favor de los Aliados. Lejos de ser admirado como un héroe, Turing fue acusado y juzgado por su condición de homosexual en 1952. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2015
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un montaje muy interesante intercala imágenes bélicas con un recorrido por la vida de Alan Turing, matemático de Cambridge que tendría un papel clave durante la Segunda Guerra Mundial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Inmersa en un secretismo propio de una misión ultra clasificada, la película es más bien íntima al internarse en la mente del protagonista, un sujeto incapaz de relacionarse satisfactoriamente con los demás. La narración se desarrolla en tres estadios temporales: época escolar, Segunda Guerra, y la detención de Turing en un cuartel policial. Pese a que gran parte de la cinta es una lucha contra el tiempo para vencer a los alemanes, con un ritmo trepidante se encarga de dar un vistazo a los escapes del protagonista, finalizando de manera emocionante en el callejón sin salida que se convierte la propia vida de Turing.
Encierra la paradoja del hombre oculto (al que nadie presta atención) que resuelve problemas que nadie puede resolver. Este hombre homosexual que se dedica a resolver códigos matemáticos va encriptando su propia vida para escapar del delito que constituye la sodomía en Inglaterra. Pierde a un amor de juventud que nunca le contó que padecía de tuberculosis, y termina bautizando con el nombre de su amigo a la máquina que estaba construyendo. Un hombre solitario que se ganó paulatinamente el respeto de sus pares, particularmente de Joan Clarke con quien estuvo a punto de casarse para que no dejara el proyecto. Una vez concluida la guerra, Turing se recluye a vivir en solitario junto a la máquina a la que dotó de inteligencia.
Alan Turing decía que “si las máquinas son diferentes (a los humanos) entonces piensan diferente”. En mitad de la guerra creó una máquina que los científicos de la época llamaron “máquinas de Turing”, precursoras de lo que hoy conocemos como computadoras. Dicha máquina descifró el código Enigma de los alemanes y cambió el curso de la guerra. Se estimó que ahorró dos años de conflicto y salvó a catorce millones de personas. La reflexión que promueve la película es el respeto por la diferencia, dado que en esa diferencia puede ocultarse la genialidad del ser humano. El funcionamiento de la película requería de una actuación a la altura del guión, y Benedict Cumberbatch no defrauda e interpreta sin pretensiones la complejidad del personaje.
Encierra la paradoja del hombre oculto (al que nadie presta atención) que resuelve problemas que nadie puede resolver. Este hombre homosexual que se dedica a resolver códigos matemáticos va encriptando su propia vida para escapar del delito que constituye la sodomía en Inglaterra. Pierde a un amor de juventud que nunca le contó que padecía de tuberculosis, y termina bautizando con el nombre de su amigo a la máquina que estaba construyendo. Un hombre solitario que se ganó paulatinamente el respeto de sus pares, particularmente de Joan Clarke con quien estuvo a punto de casarse para que no dejara el proyecto. Una vez concluida la guerra, Turing se recluye a vivir en solitario junto a la máquina a la que dotó de inteligencia.
Alan Turing decía que “si las máquinas son diferentes (a los humanos) entonces piensan diferente”. En mitad de la guerra creó una máquina que los científicos de la época llamaron “máquinas de Turing”, precursoras de lo que hoy conocemos como computadoras. Dicha máquina descifró el código Enigma de los alemanes y cambió el curso de la guerra. Se estimó que ahorró dos años de conflicto y salvó a catorce millones de personas. La reflexión que promueve la película es el respeto por la diferencia, dado que en esa diferencia puede ocultarse la genialidad del ser humano. El funcionamiento de la película requería de una actuación a la altura del guión, y Benedict Cumberbatch no defrauda e interpreta sin pretensiones la complejidad del personaje.