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España España · Gran Canaria
Voto de Neo:
9
Ciencia ficción. Drama. Aventuras Al ver que la vida en la Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores dirigidos por el piloto Cooper (McConaughey) y la científica Amelia (Hathaway) emprende una misión que puede ser la más importante de la historia de la humanidad: viajar más allá de nuestra galaxia para descubrir algún planeta en otra que pueda garantizar el futuro de la raza humana. (FILMAFFINITY)
16 de noviembre de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando durante la primera mitad del siglo XIX la Revolución Industrial iba ya frenando su vertiginoso ritmo tecnológico, empezaron a aparecer las primeras líneas de ferrocarril transportando seres humanos. Prestigiosas revistas médicas y academias de medicina de aquel entonces, publicaron alarmistas artículos sobre los peligros que para la salud entrañaba viajar en ese medio de transporte:

“La gente podría morir asfixiada si viajaba a velocidades superiores a 32 kilómetros por hora."

-Importantes médicos como Freud, Oppenheim y Charcot describieron que algún aspecto del ferrocarril (la velocidad, el riesgo de accidente, la vibración, etc...) dañaba la salud mental al observar a personas que desarrollan fobia o ansiedad a este transporte.
En 1835, la Academia de Medicina de Lyon se pronunció categóricamente sobre el ferrocarril:

"El paso excesivamente rápido de un clima a otro producirá un efecto mortal sobre las vías respiratorias. El movimiento de trepidación suscitará enfermedades nerviosas, mientras que la rápida sucesión de imágenes provocará inflamaciones de retina. El polvo y el humo ocasionarán bronquitis. Además, el temor a los peligros mantendrá a los viajeros del ferrocarril en una ansiedad perpetua que será el origen de enfermedades cerebrales. Para una mujer embarazada , el viaje puede comportarle un aborto prematuro…”

Estas han sido sólo algunas de las perlas que a lo largo de su historia el ser humano ha ido añadiendo al interminable collar de la ignorancia ilustrada. Galileo Galilei, Miguel Servet y tantos otros adelantados a su época que tuvieron que sufrir drásticamente las consecuencias de estarlo, saben de lo que hablamos...
Así que si deciden ir a ver “INTERSTELLAR”, aconsejo vayan provistos de una mente flexible y desplegada, pues les esperan casi tres horas de bombardeo constante a la inteligencia, la curiosidad y otras emociones. En mi caso necesité ir a verla una segunda vez, por supuesto en pantalla grande, porque me quedaron dudas y, francamente, porque en la primera hice un par de breves y forzosas visitas a Morfeo, ya que ese día fui muy cansado al cine... Mereció la pena, (y por un euro más, opción de butaca vibratoria oiga...), salí más satisfecho que la primera vez; aunque muchos la tachen de sensible, melodramática o cursi por las alusiones a la trascendencia del AMOR o de tener alguna inconsistencia científica sigo estando satisfecho... y agradecido al Sr. Nolan, su hermano y equipo, por contribuir a ensancharme la mente y abrir la puerta a otras posibilidades, por remotas o inverosímiles que ahora puedan parecernos...
Hay películas que son perfectamente visionables en casa, no obstante, espero que ésta la disfruten EN EL CINE...
Neo
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