Haz click aquí para copiar la URL
Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
4
Drama. Intriga Elena (Marta Nieto) perdió a su hijo Iván, de seis años, en una playa de Francia. Ahora Elena vive en esa playa y está empezando a salir de ese oscuro túnel donde ha permanecido anclada todo este tiempo... Secuela en formato largometraje del cortometraje homónimo del propio Sorogoyen. (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué delgada está (y qué atractiva es). La condenada. La pobre mujer/que dios la tenga en su gloria eterna.
Una frontera (geográfica, físico-moral, indeterminada) y un apagón o agujero negro, una vacío, una ausencia, un lavado de cerebro.
Ella está encerrada en una trampa y no quiere salir de ahí, del lecho, líquido amniótico, ha hecho acopio, de fuerzas, se ha acurrucado en la madriguera, su cuerpo que se ha convertido en río, se ha acomodado, siente calor, en el corazón, es un ángel el que yo te envío, está estancada, no quiere nada que se lo recuerde para que el tiempo no avance, es una paradoja, como si al no hablar de ello, nada malo hubiera pasado y su hijo siguiera vivo, el mundo se hubiera detenido, se hubiera producido un milagro o sortilegio, encanto, amargo, mejor no tocarlo ni menearlo o removerlo por lo tanto, odia todo lo que signifique un avance o cambio, lo que implique superación u olvido, lo que te lleve a otra parte. Hasta que aparece él (verano del cuarenta y dos).
De la neurosis compulsiva galopante desgarradora rota a la inocencia que despunta maneras apunta, que quiere más o mucho, también solo algo, que busca amor y de paso sexo, trueno relámpago, rayos y centellas.
La película es imponente, rotunda y bella, muy bien filmada, planos largos/lejanos, sinuosos hermosos malsanos.
El principio no me gusta nada ni un pelo, me parece forzado, muy exagerado, artificioso, como premisa de terror malo, el cebo.
Y el resto, un poco parecido, aderezado, no mejora demasiado, mantiene el tono, el regusto, el sabor agrio impostado, es obvio, ha ido allí por lo del hijo, la loca del niño, ah, vale claro, lógico, va a la playa a cada rato por lo del hijo, ah, vale claro, me lo imagino, lo normal en estos casos, se fija en el zagal o chaval mozo parisino por lo del hijo, no vaya a ser, ah, vale claro, haríamos lo mismo, todo hijo de vecino, como si solo hubiera eso, que valiera algo la pena o le importara, un comino, no como todo lo demás que una mierda, en su vida, ese tótem tristeza o Dios cruel que lo ocupa todo, exige infinita atención/preocupación, se convierte en la gigantesca causa absoluta, motor, tiranía, que provoca cada célula o átomo, su pausa o movimiento, su existencia o sentido, que haya que pedir permiso a ese hecho o girón del pasado, que no haya lugar a para nada más, se borra, ah, vale, claro, nada, ni las raspas quedan o nos dejan.
También se intenta jugar con cierta ambigüedad ominosa o incómoda sorpresa que acecha como de cine de autor europeo a lo haneke, esa rareza que impregna, esa tensión enfermiza que deriva o reverbera en ondas concéntricas, charca purulenta, en algunas escenas. De acuerdo. Estupor y temblores.
Ella es fabulosa. Y el crío y Álex lo hacen bien también. Lo del idioma causa extrañeza. Están en Francia España, mezcla marea.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow