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Voto de Ferdydurke:
3
5,8
22.729
Aventuras. Fantástico. Acción
En los años 70, un variopinto grupo de exploradores y soldados es reclutado para viajar a una misteriosa isla del Pacífico. Entre ellos están el capitán James Conrad (Tom Hiddleston), el teniente coronel Packard (Samuel L. Jackson) y una fotoperiodista (Brie Larson). Pero al adentrarse en esta bella pero traicionera isla, los exploradores encontrarán algo absolutamente sorprendente. Sin saberlo, estarán invadiendo los dominios del ... [+]
15 de marzo de 2017
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es escuchar/decir la palabra Vietnam en película USA y poner a continuación una selección de música guapa o selección pop rock de los mejores temas de los sesenta especialmente, un no parar de hits hermosos y estupefacientes (como si los autores/creadores de esos años se hubieran caído dentro de una marmita de droga mala/buena, dícese, por ejemplo, de LSD, cocaína, heroína, anfetamina... y, por ello, sus obras se hubieran visto afectadas por un tono/deje de bella huida, de sutil evasión y ansias infinitas de una nada perfecta e inmensa, de una unión esencial con el universo entero, ya sabéis, esas cosas y experiencias tan valiosas y escasas, esos viajes y arrebatos tan poderosos y escuetos). Con este Kong seguimos amorrados al pilón de las canciones narcóticas y tan llenas de placeres culpables y delicuescentes. Se ve que el gorila gigante tiene, también, además de una forma física envidiable y una voluntad titánica, buen oído el cabrón.
Vayamos a los números. Si dura 120 minutos, 80 o 90 son timo, morralla, sobran, solo 30 o 40 valen la pena. Haced las cuentas vosotros mismos.
Esta película tenía al Kong y tenía rivales de categoría. Los juntan y se hostian. El resto es... silencio (no lo fue, pero debería haberlo sido. Película silente y con una buena banda sonora. Un diez del tirón le hubiera dado. Qué pena por ellos. Lo van a lamentar toda la vida, cuando se enteren, a no tardar ya. Eternamente. Como plañideras llorarán. Sin consuelo todo el equipo. Noche y día).
Vayamos a los números. Si dura 120 minutos, 80 o 90 son timo, morralla, sobran, solo 30 o 40 valen la pena. Haced las cuentas vosotros mismos.
Esta película tenía al Kong y tenía rivales de categoría. Los juntan y se hostian. El resto es... silencio (no lo fue, pero debería haberlo sido. Película silente y con una buena banda sonora. Un diez del tirón le hubiera dado. Qué pena por ellos. Lo van a lamentar toda la vida, cuando se enteren, a no tardar ya. Eternamente. Como plañideras llorarán. Sin consuelo todo el equipo. Noche y día).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Bien (prólogo prometedor) - Muy bien (inicio fabuloso: expedición, puertas de la percepción, helicópteros wagnerianos volando/cabalgando como jinetes en la tormenta, batalla simiesca en isla paradisíaca y satánica a la vez, nadie da más: éxtasis, frenesí, gloria, delirio) - Mal (caída inevitable, después de Dioniso viene el Tío del Mazo) - Muy mal (sopor, tedio, tontuna) - Horror (charlas, explicaciones, conversaciones, diálogos) - Bien (alguna pelea que remonta el vuelo y nos saca del sueño) - Colosal (lucha final entre los dos monstruos más ominoso/amorosos de toda la creación, baile nupcial o rito de muerte, tanto monta) - Funcional (epílogo atontado).
Sí: los bichos, las tonadas, los cantables, Kong cabreado, Kong rompiendo, destruyendo, apachurrando, aplastando; explosiones, ralentizados, acción mamarracha en todas sus formas, movimiento perpetuo con intenciones necrófilas, colisión, agonía, metralletas, descuartizamientos, devórame otra vez, finados, cadáveres, naturaleza arrasada, lagartos, dinosaurios, hormigas gigantes, asesinatos, ferocidad, horror. Brie Larson luciendo palmito porque sí...
No: cháchara, conversación, farfulla, compartir ideas, recuerdos en voz alta, se acuerdan de su gente, bromas y veras, intercambios de palabras, andan. John C. Reilly (su personaje, él es buen chaval, un gran mozo), Samuel L. Jackson haciendo de Samuel L. Jackson en la típica película que haría Samuel L. Jackson (es decir, todas, cualquiera, malas seguramente la mayoría, no discrimina, por pura probabilidad estadística, muy científica); personajes, trama, guion, más cháchara.
Conrad y Marlow: ¿El corazón de las tinieblas? ¿Un guiño para gente cultivada como tú?
Se ofrece en holocautso el militar ataráxico, prepara las granadas, coge el bicho malo y le da un colazo que lo manda a esparragar donde las rocas tienen su dominio. Buena y cachonda manera de acabar sus días.
John Goodman ve al bicho y... al muere también. Bien por él.
¿Kong es solo un ser tierno y mitológico, un acertijo dentro de un enigma guardado en el interior oscuro de un crucifijo; un Dios solitario y salvaje; un Adán sin Eva, un animal solterón, un eunuco a ojos vista; pajillero compulsivo, fin de raza, ascetismo abstinente, asexuado, de ahí proviene toda su fortaleza, todo su proverbial poder, de proteger su fundamental, fundacional simiente, no fap; es más bien promiscuo a todo rato, de parranda todo el día, de coyunda en copula con toda la fauna, hasta con la flora, sin medida ni protección alguna, a puerta gayola, adicto a internet, saqueado por el sexo virtual, arrasado por las mil y una porno páginas web? Vaya usted a saber.
Kong se despide de vosotros, de todos nosotros, con las mejores intenciones, con Whiteee... Raaaa...bbit de Jeeee...ffeeee...rson Airplaneeee...., mientras yo creo ser feliz por un instante inaprensible, infinitesimal, abismal, banal, cargado de sentido, infinito, me vale, es suficiente, no pido nada más a la vida.
Sí: los bichos, las tonadas, los cantables, Kong cabreado, Kong rompiendo, destruyendo, apachurrando, aplastando; explosiones, ralentizados, acción mamarracha en todas sus formas, movimiento perpetuo con intenciones necrófilas, colisión, agonía, metralletas, descuartizamientos, devórame otra vez, finados, cadáveres, naturaleza arrasada, lagartos, dinosaurios, hormigas gigantes, asesinatos, ferocidad, horror. Brie Larson luciendo palmito porque sí...
No: cháchara, conversación, farfulla, compartir ideas, recuerdos en voz alta, se acuerdan de su gente, bromas y veras, intercambios de palabras, andan. John C. Reilly (su personaje, él es buen chaval, un gran mozo), Samuel L. Jackson haciendo de Samuel L. Jackson en la típica película que haría Samuel L. Jackson (es decir, todas, cualquiera, malas seguramente la mayoría, no discrimina, por pura probabilidad estadística, muy científica); personajes, trama, guion, más cháchara.
Conrad y Marlow: ¿El corazón de las tinieblas? ¿Un guiño para gente cultivada como tú?
Se ofrece en holocautso el militar ataráxico, prepara las granadas, coge el bicho malo y le da un colazo que lo manda a esparragar donde las rocas tienen su dominio. Buena y cachonda manera de acabar sus días.
John Goodman ve al bicho y... al muere también. Bien por él.
¿Kong es solo un ser tierno y mitológico, un acertijo dentro de un enigma guardado en el interior oscuro de un crucifijo; un Dios solitario y salvaje; un Adán sin Eva, un animal solterón, un eunuco a ojos vista; pajillero compulsivo, fin de raza, ascetismo abstinente, asexuado, de ahí proviene toda su fortaleza, todo su proverbial poder, de proteger su fundamental, fundacional simiente, no fap; es más bien promiscuo a todo rato, de parranda todo el día, de coyunda en copula con toda la fauna, hasta con la flora, sin medida ni protección alguna, a puerta gayola, adicto a internet, saqueado por el sexo virtual, arrasado por las mil y una porno páginas web? Vaya usted a saber.
Kong se despide de vosotros, de todos nosotros, con las mejores intenciones, con Whiteee... Raaaa...bbit de Jeeee...ffeeee...rson Airplaneeee...., mientras yo creo ser feliz por un instante inaprensible, infinitesimal, abismal, banal, cargado de sentido, infinito, me vale, es suficiente, no pido nada más a la vida.