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Rusia Rusia · Stalingrado
Voto de Ferdydurke:
2
Drama Historia de una ninfómana contada por ella misma. Una fría noche invernal, un viejo solterón (Stellan Skarsgård) encuentra en un callejón a una joven (Charlotte Gainsbourg) herida y casi inconsciente. Después de recogerla y cuidarla, siente curiosidad por saber cómo pudo haber llegado esa mujer a semejante situación; escucha atentamente el relato que ella hace de su vida, una vida llena de conflictos y turbias relaciones. Para su ... [+]
27 de octubre de 2014
15 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Provoca que algo queda. O no. Quizás solo un solar, enorme y desolado, excéntrico y estéril.
Más o menos lo de siempre (en von Trier): mujer joven de comportamiento extremo (a ser posible sexual) se ve envuelta en una historia épico-patética que sirve de ¿metáfora? o ¿reflexión?
Se trata de molestar, zaherir y revolver. Si van por la derecha, tú por la izquierda. Que la moral (será la de la Conferencia Episcopal) premia el amor y castiga el sexo (hay que ver, que todavía chapoteemos en estos reduccionismos absurdos, y todo un intelectual), pues tú lo contrario. ¿Por qué? ¿Para qué? Eso es mucho preguntar. Porque sí. Para tocar los cojones y remover conciencias. Lo malo (o lo bueno) es que quizás ya no haya (si es que alguna vez lo hubo) nadie al que escandalizar; es muy probable que ya todos vengamos de casa lo suficientemente furiosos y desprejuiciados, abiertos y "liberados", tanto que no necesitemos que nadie nos recuerde/sermonee que todo es una farsa y el cuento no es cómo nos lo cuentan. Quizás no se haya dado cuenta de que ya no hay burgueses a los que epatar, o que si los hay seguro que no van a ver sus películas. A nosotros, los sufridos y educados (y estupendos) ciudadanos que sí que vamos, lo máximo que puede lograr es aburrirnos con sus supuestas enormidades, irritarnos con sus chocarrerías de adolescente sin terminar, llamar nuestra atención (expectante y/o cansada) para nada. No vale solo con destruir lo dado, por muy bueno y necesario que sea ese ejercicio. No es suficiente con reírse de lo obvio. No vale para nada si lo que propones a cambio es el triunfo de la idiocia, el gesto rebelde bobo, como pura pose, sin contenido ni dirección. No sirve si cambias la mentira por la estupidez; salimos perdiendo en el trueque.
Porque vamos a ver, que una niña/adolescente/joven se hinche a follar a todo morir con todo lo que se mueve, a lo que salga, porque... es ¡¡ninfómana!!, no dice mucho, no aporta, no induce, entretiene, ilumina, esclarece, sorprende, define, retrata... nada.
¿Pero dónde está la verdadera reflexión, la raíz de las cosas, la investigación sobre el contexto, la profundidad de la mirada, la creación de personajes con sustancia, de situaciones con miga... ? ¿Y la relación del sexo con lo demás, con todo lo demás, no como algo abstracto y rimbombante sino como un hecho cotidiano o banal, influido por los mil diversos factores que conforman lo que llamamos vida?
Bueno, seamos justos, sí que se dicen o insinúan algunas cuestiones:
- Samaritana: a todos les dice que son grandes folladores y provocadores de orgasmos. Es sabido que a este irregular director (alterna grandes aciertos con chapuzas como la que nos ocupa) le atrae especialmente el martirologio cristiano; el padecimiento y el sacrifico; mezclar lo sagrado con lo profano; descensos a los abismos de la moral, degradaciones intensas relacionadas con generosidades ilimitadas y conductas arrabaleras. Masoquismo tortuoso y retorcido. Me mato a polvos para salvar el mundo. Coyunda estrambótica (y pueril) de símbolos (mea máxima vulva). Humor feroz y solemnidad disparatada. "Rompiendo las olas" es otro caso de similar contenido.
- Psicoanalítica (para variar): padre calzonazos y sensible más "cabrona fría" crean niña triste, solitaria y compulsiva/obsesivamente necesitada de afecto/sexo.
- Metafísica (¡gran originalidad!): reacción desesperada ante el dolor y el miedo a la muerte (lubrica ante un cadáver). Rebelión apasionada ante el sinsentido; aturdimiento sensual que apague la angustia. Atracarse de sexo para no sentir nada, ya que sentir equivale a crisis y rabia.
Se salva en ciertos momentos, cuando aparece el humor; si solo hubiera sido eso, sarcasmo, parodia y crítica,otro gallo nos hubiera cantado emocionado; si eso se hace bien vale la pena; pero lo que no tiene sentido es apuntarlo y olvidarlo para acabar soltando una charla cutre-didáctica que une solemnidad delirante con anécdotas zafias. Pero se agradece la libertad creativa, aunque sea para utilizar metáforas o muy pedestres (la pesca) o muy cogidas por los pelos (la polifonía: brillante, pero ridícula y forzada).
Gigantesco vacío repleto de contorsiones esperpénticas y mucha tontería. Collage chusco, pedante y hueco. Un cansancio y un horror.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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