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Voto de Ferdydurke:
2
7,0
47.787
Drama
Narra la relación entre el célebre astrofísico Stephen Hawking y su primera mujer, Jane, desde que ambos se conocieron siendo estudiantes en la Universidad de Cambridge a principios de los 60 y a lo largo de 25 años, especialmente en su lucha juntos contra la enfermedad degenerativa que postró al famoso científico en una silla de ruedas. (FILMAFFINITY)
10 de febrero de 2015
37 de 61 usuarios han encontrado esta crítica útil
Elegante y delicado vacío. Agujero blanco, pulido y relamido.
O matrimoniadas. Aquí el que no se casa y no es feliz es porque no quiere, ya que está todo lleno de gente buena, generosa y estupenda dispuesta a entregar su vida por ti con una comprensión infinita y un amor a prueba de bombas.
Veamos. Esto se trata de contar sin contar, de decir y no decir, de un ay y un huy. De una biografía sin vida. De una suma de santos. Todo apañado, limado y triturado con fuertes dosis de banalidad, mediocridad y convencionalismo amable. Un pudin indigesto.
La tarea de eliminación de los posibles altercados, curiosidades, desvíos o asperezas ha sido tan perfecta que se han cargado la película. Ni una banda sonora poderosa y atronadora nos engaña, ni unas interpretaciones inspiradas nos despistan, ni una fotografía preciosa tampoco; es imposible ante un cuerpo al que le han quitado (las vísceras, el corazón, los huesos, los nervios..., y hasta el alma) todo y solo han perdonado una piel muerta, cuidada, de exposición necrófila.
O matrimoniadas. Aquí el que no se casa y no es feliz es porque no quiere, ya que está todo lleno de gente buena, generosa y estupenda dispuesta a entregar su vida por ti con una comprensión infinita y un amor a prueba de bombas.
Veamos. Esto se trata de contar sin contar, de decir y no decir, de un ay y un huy. De una biografía sin vida. De una suma de santos. Todo apañado, limado y triturado con fuertes dosis de banalidad, mediocridad y convencionalismo amable. Un pudin indigesto.
La tarea de eliminación de los posibles altercados, curiosidades, desvíos o asperezas ha sido tan perfecta que se han cargado la película. Ni una banda sonora poderosa y atronadora nos engaña, ni unas interpretaciones inspiradas nos despistan, ni una fotografía preciosa tampoco; es imposible ante un cuerpo al que le han quitado (las vísceras, el corazón, los huesos, los nervios..., y hasta el alma) todo y solo han perdonado una piel muerta, cuidada, de exposición necrófila.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
- La que montan (ni en clásicos como "Mogambo" o "Espartaco" la censura llegó tan lejos en el arte del disimulo y el escamoteo ridículamente puritano) para intentar justificar los posibles (Dios no lo quiera) deseos y/o consumaciones (¡horror!) sexuales de la buena de Jane con el pasmarote pianista; entre la risa y el llanto. Hay que dejar claro en todo momento que es tan pura y verdadera que para cometer semejante desvarío y/o ceder a tan tenebrosa tentación se lo tiene que pensar muchísimo (ardua reflexión y dura contención de los más bajos instintos) y que solo tomará la temida decisión si todos los beneplácitos morales, religiosos, sociales y políticos le son concedidos en honor al tamaño monstruoso de su grandeza y renuncia.
- Es increíblemente ridícula la ruptura de la pareja. Nos presentan a una arpía (tampoco mucho, en esta historia "To er mundo é güeno") enfermera, picantona (ojo al dato de la perversión, el Penthouse ni más ni menos) que le roba al genio en su cara y la otra lo acepta con sumisión y olímpica caridad. Así es. Así se comportan las buenas chicas.
- Es alucinante lo de la Conferencia. Solo le ha faltado levitar ante el inmenso arrobo que se respiraba en la sala de creyentes (en él) ateos (quién sabe). O rematar la brillante y profunda frase de "Mientras hay vida, hay esperanza" con un "Partido a partido hacemos camino".
- Y luego descubres (¡oh, gran sorpresa!) que la fuente de esta película es la autobiografía de la santa en cuestión, sí, Jane Hawking. Es que ya ni siquiera disimulan; oye Jane, oye James (Marsh, el perpetrador de este catecismo que ni el padre Martín Vigil lo hubiese hecho mejor), un decoro por lo menos, no sé, algo para que no se note tanto el mamoneo, el autobombo y la tontuna de la autopromoción, que la estupenda Felicity tenga algún fallo o debilidad, algún vicio, lo que sea, una mirada torva por allí, un pedo quizás, un bostezo tal vez, algo, por favor, cualquier cosa menos este masaje a la nada, a la autora.
- Y, por último, la gente se quejaba del Nolan por sus cutres chapas explicativas. Pues esto es peor. La parte científica es tan didáctica, simplona y pueril que acabé, yo (que soy mu listo y enterao), sin entender ni jota, la redujeron y simplificaron tanto que ya no sabías si el agujero negro era Dios (las alusiones religiosas también tienen lo suyo), si fue Einstein el malvado, el mismo Hawking o, en verdad, el Big Bang (como el cha-cha-cha del tren) tuvo la culpa, te acaba dando igual, todo.
- Es increíblemente ridícula la ruptura de la pareja. Nos presentan a una arpía (tampoco mucho, en esta historia "To er mundo é güeno") enfermera, picantona (ojo al dato de la perversión, el Penthouse ni más ni menos) que le roba al genio en su cara y la otra lo acepta con sumisión y olímpica caridad. Así es. Así se comportan las buenas chicas.
- Es alucinante lo de la Conferencia. Solo le ha faltado levitar ante el inmenso arrobo que se respiraba en la sala de creyentes (en él) ateos (quién sabe). O rematar la brillante y profunda frase de "Mientras hay vida, hay esperanza" con un "Partido a partido hacemos camino".
- Y luego descubres (¡oh, gran sorpresa!) que la fuente de esta película es la autobiografía de la santa en cuestión, sí, Jane Hawking. Es que ya ni siquiera disimulan; oye Jane, oye James (Marsh, el perpetrador de este catecismo que ni el padre Martín Vigil lo hubiese hecho mejor), un decoro por lo menos, no sé, algo para que no se note tanto el mamoneo, el autobombo y la tontuna de la autopromoción, que la estupenda Felicity tenga algún fallo o debilidad, algún vicio, lo que sea, una mirada torva por allí, un pedo quizás, un bostezo tal vez, algo, por favor, cualquier cosa menos este masaje a la nada, a la autora.
- Y, por último, la gente se quejaba del Nolan por sus cutres chapas explicativas. Pues esto es peor. La parte científica es tan didáctica, simplona y pueril que acabé, yo (que soy mu listo y enterao), sin entender ni jota, la redujeron y simplificaron tanto que ya no sabías si el agujero negro era Dios (las alusiones religiosas también tienen lo suyo), si fue Einstein el malvado, el mismo Hawking o, en verdad, el Big Bang (como el cha-cha-cha del tren) tuvo la culpa, te acaba dando igual, todo.