“Los juegos del hambre”, dirigida por Gary Ross y estrenada el año 2012, fue una película por la que yo no daba un duro en vista de ese aire a saga literaria romántica tipo “Crepúsculo” y que tanto se lleva hoy en día, si bien me interesaba su línea argumental, cual “Perseguido” (1987) o “La cabaña en el bosque” (2012), en la que los protagonistas se ven envueltos en un juego de supervivencia televisado y diseñado por una dictadura que se ha hecho con el control del mundo.

Pues bueno, hará unos días que visioné dicha cinta y he de decir que me encontré con una película que me gustó bastante y que me dejó con ganas de ver esta nueva secuela.

Y esto fue así gracias con un acabado técnico exquisito (vestuario, maquillaje, efectos especiales, etc..), un argumento que te engancha de principio a fin, y gracias a esa mezcla de caras frescas y jóvenes (Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson o Liam Hemsworth), que no son sólo rostros sin alma (véase la saga de Catherine Hardwicke), junto a otros actores más veteranos y reconocibles (Woodie Harrelson, Lenny Kravitz o Donald Sutherland).

Si bien es cierto que esa primera película tiene sus admiradores y detractores, yo he de decir que recomiendo su visionado para que cada uno saque sus propias conclusiones

Para esta segunda parte, “Los juegos del hambre: En llamas”, se ha optado por reemplazar al director de la primera cinta por un Francis Lawrence, al cual conocemos por películas tales como “Soy Leyenda“, “Constantine” o “Agua para elefantes“, y que también se encargará de dirigir las dos siguientes secuelas (“The hunger games : Mockingjay I y II“).

Podría pensarse que el cambio en la dirección afectaría a la calidad final y que nos encontraríamos ante una secuela que no estuviera al nivel de la primera o que nada más buscara la recaudación en taquilla, si bien esto no ha ocurrido al tener un film que está a su mismo nivel, por no decir que en ciertos tramos supera a lo realizado por Gary Ross.

La historia, de la que no quiero contar demasiado para evitar “spoilear” su argumento, se adentra y profundiza en el sistema dictatorial reinante en el entorno en el que viven los protagonistas, a la vez que lo complementa con su inherente toque romántico y de acción.

Y es que se agradece que se busque algo más que una mezcla de acción y romance, con el típico trío amoroso de jóvenes protagonistas que tanto atrae a l@s adolescentes y no tan adolescentes a las salas de cine, pues ello conlleva que la película tenga mucho más empaque a nivel argumental y que pueda ser disfrutada por un mayor número de espectadores.

Gracias a ese mayor enfoque de lucha contra el sistema dictatorial conseguimos que actores como Donald Sutherland, Woodie Harrelson o Elisabeth Banks tengan una mayor presencia en pantalla gracias a una mayor profundidad en sus personajes y gracias a la inclusión en la coctelera del siempre fantástico Philip Seymour Hoffman.

Es cierto que el film arranca mejor que acaba, toda vez que el comienzo y el nudo de la película tienen más frescura e interés que el hecho de volver a ver a los protagonistas en un juego de supervivencia que, a mi juicio, no tiene la misma fuerza respecto al que vimos en la primera película.

Jennifer Lawrence, siempre guapísima, acompañada del tierno y rubiete Josh Hutcherson, siguen estando perfectos en sus roles, si bien quisiera destacar las brillantes apariciones del personaje de Effie (Elisabeth Banks), quien consigue atraer la atención de todo espectador con una interpretación a lo Jack Sparrow de “Piratas del caribe”, y que está adornada con un maquillaje, vestuario y peinados verdaderamente fascinantes.

Como digo, “Los juegos del hambre : En llamas” es una película que cumple con lo prometido, que está al mismo nivel que la primera, que da aún más cancha a actores que en aquella estaban muy desaprovechados, y que te hará volver al cine para ver la tercera y cuarta parte.

Lo mejor: Jennifer Lawrence, Josh Hutcherson, el mayor peso de Donald Sutherland, el brillante y genial personaje de Effie (Elisabeth banks), el buen trato argumental y el acabado técnico (diseño de producción, la banda sonora de James Newton Howard, etc…).

Lo peor: Que el tramo final de la cinta no sea tan atractivo como su comienzo y que las escenas de acción no tengan la misma fuerza dramática respecto a lo que pudimos vivir en la primera película.

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