La verdad es que es un espectacular debut del músico y ahora director John Maclean que en su primer largometraje apuesta por arriesgarse a una fórmula de cine poco vista. Se podría decir que su primera obra cinematográfica tiene más aura de cine indie que de cine comercial. Un muy buen reparto pero al que creo que se le da demasiada importancia a los personajes de Fassbender y Smit-McPhee, se que son los protagonistas, pero hay ciertos personajes en pantalla que según la historia tienen gran importancia pero a penas aparecen. La historia es bastante bonita a la vez que trágica y violenta. Las pocas escenas de acción son muy buenas, realizadas de buena manera cuyo desarrollo y desenlace hacen que no se quite el ojo de la pantalla. Fassbender está en su salsa, necesitaba este tipo de película porque se estaba acostumbrando demasiado a los papeles en la saga Alien y a ser Magneto en la joven saga de los X-Men. McPhee es un actor fantasmal porque lo he visto en muchas películas pero no me suena su cara para nada, porque realiza cada papel como si fuera un actor diferente en cada uno de ellos, lo que le da bastantes puntos a favor.