Fotografiada y grabada con una belleza, y una exquisitez en cámara, impoluta. Diré que es una cinta selectiva, no apta para todo el público. Busca hallar la diferencia en aquel espectador que tenga suficiente tiempo para prestarle atención, y creo que es algo que no toda persona tiene.

Firmada (y filmada) por Nicolas Winding Refn, realizador que ostenta actualmente un 6'5 de media entre sus películas, generalmente, autor de "Drive", " Walhalla Raising" y la que hoy ocupa lugar.

Refn presenta un producto alejado de cualquier convencionalidad, un alegato en favor de la carne humana, una metáfora sobre su belleza. Y destrucción. Elle Fanning nos acompañará durante este descenso a los infiernos durante casi dos horas, ofreciendonos en paralelo un arco narrativo con aporte de Keanu Reeves muy interesante (hoja afilada incluida) para nutrir y completar el viaje destructivo de nuestra protagonista.

Nombres como Abbey Lee Kershaw (la negación de la prueba de modelo -su rival-), Jena Malone (quien le intenta guiar por ciertos senderos) y Bella Heathcote le situarán en el punto de mira que resuelve Refn.

The Neon Demon es en su estructura perversa, malvada y, contrariamente, un agridulce punto de vista sobre el modelaje y su punto de visión que le da Refn, una panorámica que consigue perfilar el director de "Drive" hasta extremos enfermizamente bellos diría, y esa labor es resuelta en gran parte gracias a su dirección, planificada, medida, concisa, asentada (como suele decir cierta persona -y quien sea lector habitual lo entenderá- especializada en el tema), una directiva quirúrgica y métrica que ofrece Nicolas, un director muy peculiar... pero también muy interesante que siempre viene armado con sus luces de neón y su estética única e inconfundible.

Era la segunda vez que la había visto después de un tiempo bastante considerable sin verla, pero no la tenía puntuada.

Ten cuidado quién este conforme en verla.