Es lo que tiene haberse acostumbrado al jamón ibérico... Line of Duty sería un caballo ganador si no fuese porque los ingleses llevan muchos años haciendo series que, en mi opinión, son bastante superiores. Asumiendo que la producción está muy cuidada (como siempre) se desgrana una trama policíaca no del todo original pero interesante en torno a la corrupción policial y a las unidades de Asuntos internos. En el primer capítulo uno se frota las manos porque Lennie James está tremendo, los secundarios sólidos y todo apunta a un electrizante juego del gato y el ratón... ¿cual es el problema?. Pues en esta primera temporada, que es la que he visto, es fundamentalmente un guión con ciertos problemas y, sobre todo, unas decisiones nefastas en el casting de los protagonistas. Como he dicho James tiene una presencia brutal, pero no puede compensar la absoluta falta de carisma de sus antagonistas, que responden a los nombres de McClure y Compston: su inexpresividad y falta de recursos actorales quita muchísima intensidad a este thriller que debería dar más que lo de promete. En resumen, es un producto de calidad pero yo dedicaría mi tiempo a ver otras series como Happy Valley, que le da siete millones de patadas en todos los aspectos.