Anclado en una fórmula que siempre ha dado resultados y algunas muy buenas películas, al género romántico le cuesta mucho reinventarse y en ‘Amigos de más’ no lo va a hacer. Pero al menos me van a contar la historia de chico conoce a chica de un modo diferente al habitual, aunque casi me la sepa enterita.

‘Amigos de más’ es una dulce película romántica con suaves toques de comedia bien repartidos que funcionan, no como gags, pero alivian el pasteleo presente. Encima tiene dos buenos actores comprometidos y con química.

El primero es Daniel Radcliffe, desesperado por huir de la etiqueta de Harry Potter se está metiendo en proyectos bastante interesantes y ha probado en la comedia romántica donde se ha desenvuelto bastante bien haciendo del típico pagafantas. La segunda es el rostro angelical de Zoe Kazan, totalmente entrañable, totalmente natural y con encanto. Tiene algo que hacer perder la cabeza del espectador y del protagonista.

Quizás pueda recordar en algunos momentos a ‘(500) días juntos’, pero es menos inteligente y romántica que aquella (lo cual no evita que gane en ñoñería hacia el consabido final) y más graciosa.

En resumen, ‘Amigos de más’ es una película para ver, disfrutar y casi olvidar. El típico pastelito que, cuando echen en televisión, casi no nos acordaremos y la volveremos a ver. Pero el film tampoco buscaba ni aspiraba ser nada más.

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