Más de dos horas de peli bien entretenidas; sí, vale, es un Capra auténtico y no un Kaurismaki, pero está fenomenal. Hay quienes dicen en las críticas que Glenn Ford no era ni un actor... qué lastima, no sé qué películas habrán estado viendo, pero desde luego al cine negro o al western no le dan mucho. A Peter Falk le cayó la lotería con un papel que borda como un maestro, y también tenemos a Horton, haciendo más o menos el papel de siempre (como los actores clásicos españoles, que siempre hacían el mismo papel, o casi) estupendamente. Finalmente, la Sra. Davis, que no necesita que nadie la reivindique a estas alturas: Ni un gesto, ni una mirada, ni una palabra de la que se pueda imaginar una actuación alternativa; estaba siempre perfecta, y era una todo terreno sin discusión.

Como curiosidad, e imagino que ya lo habrán escrito en alguna otra crítica, el coche oficial del Cónsul lleva la bandera de la II República; me gustaría imaginar un gesto del director, pero dado que los actores que hacen de españoles no saben ni pronunciar sus propios nombres, mucho me temo que será un errorcillo de producción; pero simpático, ¿eh?