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Voto de Messer E Vork:
7
6,8
4.185
Animación. Drama
Estamos en la Granja Manor, en la Inglaterra de los años cincuenta. Hartos de los maltratos que les da el brutal granjero Jones, todos los animales se unen en una violenta rebelión que excluye a todos los humanos: ha nacido la Granja Animal. Pero el entusiasmo se torna en decepción cuando los cerdos, con el dictatorial Napoleón a la cabeza, asuman el control de la revolución y, amparados por un fanatizado ejército de perros asesinos, ... [+]
11 de julio de 2011
26 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Orwell fue sin duda un gran escritor, que supo radiografiar con tremendo acierto los totalitarismos, ya fuera en futuros distópicos terribles ("Gran Hermano") o, como en este caso, con animales parlantes.
Como es natural, a la hora de adaptar una novela a la gran pantalla hay cosas que se pierden por el camino, ya sea en acontecimientos (S1) como en personajes (S2). Sin embargo, la esencia sigue siendo la misma, la revolución traicionada por la ambición de poder de unos pocos, que no se contentaron con ser la avanzadilla de los demás y se convirtieron en sus jefes, ocupando el puesto de los tiranos a los que acababan de derrocar.
Se ha rumoreado que esta película fue financiada por la CIA como elemento propagandístico para atacar a la URSS. En mi opinión eso es querer hilar demasiado fino, teniendo en cuenta que Orwell escribió el libro como una crítica al estalinismo, crítica que fácilmente se puede hacer extensiva a todo totalitarismo que se precie. Además, cualquiera que vea esta película no podrá pensar eso de "mejor lo malo conocido", porque tanto el antes (Sr. Jones) como el después (Napoleón) son igualmente tiránicos, quedando en medio un proyecto que se frustró por confiar demasiado en los liderazgos personales, con lo cual se puede hasta ver la película como un alegato anarquista. Eso depende de cada espectador.
Por otro lado y para terminar, destacar el hecho de que, aunque el desenlace de la película es menos demoledor que el del libro, posee sin embargo cierto interés por las interpretaciones que se le pueden sacar (S3).
Más críticas en:
https://unblogacincoalturas.wordpress.com/
Como es natural, a la hora de adaptar una novela a la gran pantalla hay cosas que se pierden por el camino, ya sea en acontecimientos (S1) como en personajes (S2). Sin embargo, la esencia sigue siendo la misma, la revolución traicionada por la ambición de poder de unos pocos, que no se contentaron con ser la avanzadilla de los demás y se convirtieron en sus jefes, ocupando el puesto de los tiranos a los que acababan de derrocar.
Se ha rumoreado que esta película fue financiada por la CIA como elemento propagandístico para atacar a la URSS. En mi opinión eso es querer hilar demasiado fino, teniendo en cuenta que Orwell escribió el libro como una crítica al estalinismo, crítica que fácilmente se puede hacer extensiva a todo totalitarismo que se precie. Además, cualquiera que vea esta película no podrá pensar eso de "mejor lo malo conocido", porque tanto el antes (Sr. Jones) como el después (Napoleón) son igualmente tiránicos, quedando en medio un proyecto que se frustró por confiar demasiado en los liderazgos personales, con lo cual se puede hasta ver la película como un alegato anarquista. Eso depende de cada espectador.
Por otro lado y para terminar, destacar el hecho de que, aunque el desenlace de la película es menos demoledor que el del libro, posee sin embargo cierto interés por las interpretaciones que se le pueden sacar (S3).
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
S1
En el libro, la relación de los cerdos con el ocultamiento de sus abusos es más compleja. En la novela, van tapando como pueden sus faltas y fechorías de cara a la opinión pública, cada vez con menos credibilidad pero tapándolas, teniendo a los animales primero engañados, luego engañados y temerosos y finalmente sólo temerosos. En la película, sin embargo, desde un principio los tienen temerosos, pues sus mentiras son demasiado evidentes. Sirva como ejemplo lo del molino. En el libro, Bola de Nieve planea construir el molino, pero Napoleón le derroca ANTES de que presente el proyecto a la asamblea, apropiándoselo luego como suyo. En la película, sin embargo, le derroca DESPUÉS de haber propuesto el plan, un plan al que Napoleón se opone cuando lo presenta su rival y que luego lo anuncia como suyo como si nada hubiese pasado.
S2
En el libro, el cuervo habla y se dedica a hablarles a sus compañeros de granja del "cielo de los animales" (en la película, no habla y aparece tres o cuatro veces de mero espectador de los acontecimientos). En el libro, el burro Benjamín también habla y es inteligente, aunque pasivo ante los desmanes de los cerdos (en el filme, sólo rebuzna y su intelecto es un tanto básico).
S3
En el libro, humanos y cerdos hacen las paces y acuerdan repartirse el poder en una cena en la granja, que los animales observan curiosos a través de la ventana sin poder distinguir en ningún momento quienes son los cerdos y quienes son los humanos. Es desesperanza, todo ha cambiado para que todo siga igual.
En la película se opta por un happy end. La cena no es entre Napoleón y los humanos, sino un cónclave de cerdos venidos de varias granjas unidas a la revolución animal (esto es una muy clara alusión a la URSS, tanto que hasta las paredes son rojas). Aprovechando la distracción de sus corruptos dirigentes y la borrachera de sus perros de presa, los animales se montan una segunda revolución, secundada por todas las granjas de la comarca, y dan su merecido a los cerdos.
Este final tiene un punto de interés en el hecho de que predijo el colapso soviético cuarenta años antes de que éste se produjera. Además, deja una puerta abierta a la esperanza y otra a todo lo contrario: Benjamín es quien, por así decirlo, comanda la segunda revolución... ¿serán ahora los burros los que sustituyan a los cerdos? Viendo el estado actual de Rusia, dirigida con dureza por el poco democrático Putin (heredero del poco democrático Yeltsin), me temo que los tiros apuntan a la desesperanza, tal y como escribió Orwell.
En el libro, la relación de los cerdos con el ocultamiento de sus abusos es más compleja. En la novela, van tapando como pueden sus faltas y fechorías de cara a la opinión pública, cada vez con menos credibilidad pero tapándolas, teniendo a los animales primero engañados, luego engañados y temerosos y finalmente sólo temerosos. En la película, sin embargo, desde un principio los tienen temerosos, pues sus mentiras son demasiado evidentes. Sirva como ejemplo lo del molino. En el libro, Bola de Nieve planea construir el molino, pero Napoleón le derroca ANTES de que presente el proyecto a la asamblea, apropiándoselo luego como suyo. En la película, sin embargo, le derroca DESPUÉS de haber propuesto el plan, un plan al que Napoleón se opone cuando lo presenta su rival y que luego lo anuncia como suyo como si nada hubiese pasado.
S2
En el libro, el cuervo habla y se dedica a hablarles a sus compañeros de granja del "cielo de los animales" (en la película, no habla y aparece tres o cuatro veces de mero espectador de los acontecimientos). En el libro, el burro Benjamín también habla y es inteligente, aunque pasivo ante los desmanes de los cerdos (en el filme, sólo rebuzna y su intelecto es un tanto básico).
S3
En el libro, humanos y cerdos hacen las paces y acuerdan repartirse el poder en una cena en la granja, que los animales observan curiosos a través de la ventana sin poder distinguir en ningún momento quienes son los cerdos y quienes son los humanos. Es desesperanza, todo ha cambiado para que todo siga igual.
En la película se opta por un happy end. La cena no es entre Napoleón y los humanos, sino un cónclave de cerdos venidos de varias granjas unidas a la revolución animal (esto es una muy clara alusión a la URSS, tanto que hasta las paredes son rojas). Aprovechando la distracción de sus corruptos dirigentes y la borrachera de sus perros de presa, los animales se montan una segunda revolución, secundada por todas las granjas de la comarca, y dan su merecido a los cerdos.
Este final tiene un punto de interés en el hecho de que predijo el colapso soviético cuarenta años antes de que éste se produjera. Además, deja una puerta abierta a la esperanza y otra a todo lo contrario: Benjamín es quien, por así decirlo, comanda la segunda revolución... ¿serán ahora los burros los que sustituyan a los cerdos? Viendo el estado actual de Rusia, dirigida con dureza por el poco democrático Putin (heredero del poco democrático Yeltsin), me temo que los tiros apuntan a la desesperanza, tal y como escribió Orwell.