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Voto de Messer E Vork:
6
6,0
61
Acción. Aventuras. Bélico
El intrépido teniente Richard Sharpe tiene la misión de infiltrarse en las líneas enemigas en busca de un espía, James Rothschild, que posee una letra de cambio necesaria para financiar la lucha contra Napoleón Bonaparte. Para ello contará con la inestimable ayuda de partisanos españoles, al mando del comandante Blas Vivar y de una bella y misteriosa mujer llamada Teresa. Sharpe, inmediatamente fijará sus ojos en ella... (FILMAFFINITY)
14 de abril de 2014
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos ante un entretenido telefilme de aventuras, uno de los dieciséis que entre 1993 y 2008 protagonizó Sean Bean en el papel de Richard Sharpe, el intrépido soldado y aventurero de los libros de Bernard Cornwell. En este caso, Sharpe deberá llevar a cabo una arriesgada misión tras las líneas enemigas en la España invadida por las tropas napoleónicas.
La historia que nos cuenta es la prototípica de este tipo de películas: tenemos al héroe duro, a los compañeros de armas de éste (el típico pelotón mal considerado y carne de cañón que llevará a cabo la heroicidad), unos enemigos malvados (los "gabachos"), guerrilleros, una guerrillera para que surja el amor y el clásico suceso que cuando no sabes nada del país en que ocurre te parece normal pero cuando te pilla cerca le ves las costuras (SPOILER-1).
Sean Bean cumple en el papel de héroe rudo y valeroso y Assumpta Serna también solventa con buena nota su prototípico papel. El resto de los personajes tienen menos profundidad pero cumplen con su cometido. Y me resulta bastante agradable ver que, a pesar de contener muchos clichés, la cinta no tiene empacho en dar de vez en cuando unos toques de realidad (SPOILER-2).
En resumidas cuentas, resulta entretenida y amena de ver, pudiendo llenar muy solventemente cualquier tarde en la que no tengas nada mejor que hacer, como fue mi caso.
La historia que nos cuenta es la prototípica de este tipo de películas: tenemos al héroe duro, a los compañeros de armas de éste (el típico pelotón mal considerado y carne de cañón que llevará a cabo la heroicidad), unos enemigos malvados (los "gabachos"), guerrilleros, una guerrillera para que surja el amor y el clásico suceso que cuando no sabes nada del país en que ocurre te parece normal pero cuando te pilla cerca le ves las costuras (SPOILER-1).
Sean Bean cumple en el papel de héroe rudo y valeroso y Assumpta Serna también solventa con buena nota su prototípico papel. El resto de los personajes tienen menos profundidad pero cumplen con su cometido. Y me resulta bastante agradable ver que, a pesar de contener muchos clichés, la cinta no tiene empacho en dar de vez en cuando unos toques de realidad (SPOILER-2).
En resumidas cuentas, resulta entretenida y amena de ver, pudiendo llenar muy solventemente cualquier tarde en la que no tengas nada mejor que hacer, como fue mi caso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
SPOILER.1
Lo siento, pero me resulta difícil asimilar que me cuenten que España comenzó a revolverse ante la invasión de los franceses porque un puñado de ingleses desarrapados y un aristócrata de pacotilla colocaron por orden de Wellington un trapo supuestamente sagrado en lo alto del campanario de un pueblo del interior peninsular.
* Aunque por lo menos te sirve para reflexionar: si algunas cosas resultan tan irreales cuando te tocan de cerca, ¿cómo sabemos si están contándonos algo mínimamente realista en cualquier otra película ambientada en un país del que no sepas nada?
SPOILER.2
Cuando Sharpe le quita el galón al cabo y se lo da al joven soldado, diciéndole que se lo ha ganado y que es "uno de los elegidos", piensas que menudo topicazo. Él asciende al soldado de la misma forma que Wellington lo ascendió a él, por lo tanto habrá un nuevo héroe en ciernes y todo eso. Pero entonces, una vez que Sharpe se aleja, el oficial obeso le dice al soldado que será mejor que devuelva ese galón a su dueño antes de que acabe el día. Porque esto se supone que es la vida real y mega-ascensos meritorios, los justos.
Lo siento, pero me resulta difícil asimilar que me cuenten que España comenzó a revolverse ante la invasión de los franceses porque un puñado de ingleses desarrapados y un aristócrata de pacotilla colocaron por orden de Wellington un trapo supuestamente sagrado en lo alto del campanario de un pueblo del interior peninsular.
* Aunque por lo menos te sirve para reflexionar: si algunas cosas resultan tan irreales cuando te tocan de cerca, ¿cómo sabemos si están contándonos algo mínimamente realista en cualquier otra película ambientada en un país del que no sepas nada?
SPOILER.2
Cuando Sharpe le quita el galón al cabo y se lo da al joven soldado, diciéndole que se lo ha ganado y que es "uno de los elegidos", piensas que menudo topicazo. Él asciende al soldado de la misma forma que Wellington lo ascendió a él, por lo tanto habrá un nuevo héroe en ciernes y todo eso. Pero entonces, una vez que Sharpe se aleja, el oficial obeso le dice al soldado que será mejor que devuelva ese galón a su dueño antes de que acabe el día. Porque esto se supone que es la vida real y mega-ascensos meritorios, los justos.