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Voto de Messer E Vork:
10
8,2
27.681
Comedia
Época de la Guerra Fría. C.R. MacNamara, representante de una multinacional de refrescos en Berlín Occidental, hace tiempo que proyecta introducir su marca en la URSS. Sin embargo, en contra de sus deseos, lo que su jefe le encarga es cuidar de su hija Scarlett, que está a punto de llegar a Berlín. Se trata de una díscola y alocada joven de dieciocho años, que ya ha estado prometida cuatro veces. Pero lo peor es que, eludiendo la ... [+]
30 de noviembre de 2011
4 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda alguna, Billy Wilder es un gran director capaz de entretener como nadie (a las pruebas me remito: "Testigo de cargo", "Con faldas y a lo loco"...). Logra hacerte reir y hacerte pensar (por la cantidad de guiños a la cultura, la sociedad y la política del momento) a una velocidad de vértigo, sin apenas momento para el relax.
Evidentemente (no se puede esperar otra cosa) está a favor de los yankees (sobre todo de los pragmáticos como C. R. MacNamara, no tanto de los que son como su jefe, que por ideología -conservadora recalcitrante- se niegan a abrir nuevos mercados) y carga las tintas en contra de los soviéticos y de los filo-soviéticos (no sin razón en numerosas ocasiones aunque en otras exagera claramente en pro de la comedia y, por qué no, de la ideología), pero también se permite lanzar de cuando en cuando algún venenoso dardo contra su propio tejado bastante ácidos (como la genial y hoy tan significativa, por la crisis en que vivimos, "no llevo ni una hora como capitalista y ya le debo 10.000 dólares") .
Evidentemente (no se puede esperar otra cosa) está a favor de los yankees (sobre todo de los pragmáticos como C. R. MacNamara, no tanto de los que son como su jefe, que por ideología -conservadora recalcitrante- se niegan a abrir nuevos mercados) y carga las tintas en contra de los soviéticos y de los filo-soviéticos (no sin razón en numerosas ocasiones aunque en otras exagera claramente en pro de la comedia y, por qué no, de la ideología), pero también se permite lanzar de cuando en cuando algún venenoso dardo contra su propio tejado bastante ácidos (como la genial y hoy tan significativa, por la crisis en que vivimos, "no llevo ni una hora como capitalista y ya le debo 10.000 dólares") .
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El ayudante alemán de MacNamara, que dice que él se pasó toda la dictadura nazi conduciendo el metro y que no se enteró de nada (hasta el punto de que le hablan de "Adolf" y dice que no conoce a ninguno) y luego resulta que militó en las SS (al igual que el periodista). Un enorme bastonazo crítico contra muchos alemanes, que vieron, toleraron y hasta participaron pero luego dijeron que habían sido mudos, ciegos y sordos y siguieron con su vida en la nueva Alemania.
El hotel de Berlín oriental es otro gran ejemplo del desarrollo histórico: primero se le llamó Bismark (artífice de la creación de Alemania en el 1870), luego Göring (jerarca nazi) y después Potemkin (el barco que se rebeló contra el zar en 1905).
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El hotel de Berlín oriental es otro gran ejemplo del desarrollo histórico: primero se le llamó Bismark (artífice de la creación de Alemania en el 1870), luego Göring (jerarca nazi) y después Potemkin (el barco que se rebeló contra el zar en 1905).
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