¿Hay algo malo en que te toque el Gordo de la Lotería de Navidad? Todos son ventajas…salvo que lo hayas comprado en un puticlub y estés casado. Los habitantes de un pueblo tranquilo verán como la calma reinante en el municipio toca a su fin por culpa de los niños de San Ildefonso y los afortunados tratarán de cobrar el boleto a toda costa, sin que se enteren sus mujeres claro.

Después de la más que correcta Perdiendo el norte, el maño Nacho García Velilla filma una comedia rural que recurre mucho a los chistes tópicos (y típicos) y cae en demasía en la repetición de sketchs de aquellos amables pero defenestrados programas de humor. Bajo la premisa de una idea bastante original que da pie a muchos chistes y memes, el desarrollo en sí de la película ni da la talla ni da para más, transmite muy poca gracia y las risas llegan en cuentagotas. Hay muchas etiquetas y estereotipos que provocan el chiste fácil y verdulero. Políticos, prostitutas, marujas, hombres de tasca, pijas, el tonto del pueblo, el cura negro, el gay…yo creo que solo falta el perrito piloto y la muñeca chochona para completar el kit. Tan mala que no terminas ni de disfrutar de los grandes actores, pero ellos no tienen la culpa, pobretes. La película definitiva para que los haters del cine español hagan leña del árbol caído durante mucho pero que mucho tiempo.

Sacapuntas de oro: Juntar a tres de los mejores humoristas españoles como son Carmen Machi, Leo Harlem y Arturo Valls. La frescura y el buen hacer de otros como Macarena García, Salva Reina y Corinna Randazzo, aquí sin príncipes para ella.

Sacapuntas de madera: Algunas escenas con poco gracia y mucha caspa. Esa persecución con tractores es digna de “slow and chilled”. Demasiadas subtramas con poco chicha para acompañar a la digna idea principal, que se queda solo en eso.

Nota: 3 Sacapuntas.