¿Quien no ha escuchado alguna vez el : "te quiero como amigo/a"? . Sin duda se trata de Una de las coletillas más repetidas en las relaciones humanas, sobre todo cuando la pretensión inicial de uno de las dos partes es bien diferente a la otra. Tan repetida como poco cierta y sólo equiparable en volumen al "no eres tú, soy yo", que se han convertido en frases hechas que sirven para salir airoso/a de algún pretendiente no deseado.

Algo parecido le sucede al protagonista del film, Wallace (Daniel Radcliffe tratando de superar el hecho ser fagocitado por Harry Potter), el cual conoce casualmente a Chantry (Zoe Kazan) en una fiesta, con quien siente conectar desde el primer momento. Pero existe un problema: está felizmente emparejada con otro. Sin embargo, acaba asumiendo el papel de "amigo" pese a que lo que siente por ella es mucho más.

El realizador canadiense Michael Dowse, trata de ofrecernos una comedia romántica en la que juega con la tensión que se establece entre dos personas que no buscan exactamente lo mismo el uno del otro. Aunque también es cierto que hace algo de trampa. Por un lado, Wallace con una relación fracasada encuentra en Chantry a la compañera ideal. Mientra que ésta encuentra en Wallace a la persona con que complementar una relación que desde el principio el espectador percibe como incompleta ya que, (Rafe Spall) el novio de ella, debido a su trabajo está casi permanentemente ausente, lo que propicia que se puedan ver a menudo. Un acercamiento casto que explora los puntos en común de ambos, que son varios y que tanto guionista como realizador se encargan de resaltar, pero siempre evitando la tensión sexual, y buscando un tono de comedia que trata de evitar en lo posible el exceso de buenas intenciones.

Al margen de ser una historia bastante previsible, la historia se hace un tanto rutinaria, sobre todo porque a Radcliffe le faltan todavía muchas tablas, y no consigue componer un personaje natural 100%. Y ell pese a que zoe Kazan no está del todo mal pero no puede evitar la falta de química con su compañero de reparto. Lo que sí consigue elevar un poco el nivel es la presencia de Adam Driver en el papel de amigo desfasado que es el que realmente consigue arrancarnos alguna que otra sonrisa, aunque sea a base de un humor de trazo grueso. Tampoco le queda mal el papel a Rafe Spall para lo que la trama exige de él.

Hay que agradecer que se busquen nuevas vías para contar las mismas historias de siempre y se trate de explorar varientes poco tocadas, pero aún así, Dowse no consigue ser totalmente original. Puede que la elección del casting le haya jugado una mala pasada pero este sólo es un aspecto más de un film que tampoco sabe mantener una línea ascendente, sino más bien todo lo contrario, para cuando Dowse desarrolla la trama, el espectador lleva bastante tiempo mirando su reloj, obviamente aburrido. Por otro lado, ni tiene el suficiente desparpajo como para atraer a un público joven a la sala, ni tampoco tiene la suficiente frescura y originalidad como para ganarse a un público amplio.