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Voto de Sibila de Delfos:
9
Romance. Comedia Wallace (Radcliffe) y Chantry (Kazan) se conocen en una fiesta mientras leen poesía escrita con imanes de nevera. Pronto surge entre ellos una gran amistad que les permite hablar de todo, películas, enfermedades o regalos de Navidad decepcionantes. El único problema es que Chantry tiene novio formal, y Wallace está locamente enamorado de ella. (FILMAFFINITY)
3 de septiembre de 2014
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por un lado, un público que no es tan tonto como a veces se creen críticos, estudios o medios de comunicación. Un público seguro de lo que va a ver cuando se mete en la sala en que se proyecta Amigos de más, deseoso de ver una historia entretenida, divertida y romántica que, aunque no invente la pólvora ni lo pretenda en su planteamiento y desarrollo, sí le lleve durante algo más de 90 minutos de cabeza a una historia bonita, encantadora, muy mágica y agradecidamente realista y real.
Por el otro lado, cierto sector crítico que no sabe ver más allá del final (sin duda el punto menos logrado de la historia, pero, siendo realistas, ¿podría haber sido de otra manera?) y que sobre todo tiene ganas, muchas ganas de machacar a Daniel Radcliffe simplemente por ser Daniel Radcliffe, el actor joven más rico y famoso del mundo, el mago favorito de todos los jóvenes y no tan jóvenes, protagonista de una saga multimillonaria y celebérrima. Un sector crítico que, a diferencia del público mayoritario de la película, quiere pedir peras al olmo y no parece saber qué clase de obra está contemplando y qué se puede esperar de ella.
Qué se puede esperar de ella... pues la verdad es que mucho más de lo que uno pudiera pensar en un principio.
La cinta de Michael Dowse, repetimos, para quien sepa lo que está viendo y no pretenda encontrar la fórmula de la Coca Cola por el camino, es una auténtica y absoluta gozada. Es seguramente una de las mejores comedias románticas de los últimos años. Se la ha comparado, y con razón, con otra joya reciente del género, (500) días juntos, pues ambas comparten ese cierto aire entre lo comercial y lo indie (atención al detalle de la poesía con imanes de nevera, más hipster y modernillo imposible) y presentan una pareja protagonista de lo más corriente, en la que el chico es algo pringadillo y pagafantas y la chica es rara y encantadora, como lo eran Joseph Gordon-Levitt y Zooey Deschanel en la fascinante película de Marc Webb. Y en Amigos de más, como en su prima hermana 500, el resultado es tan divertido (tiene muchos momentos y diálogos absolutamente tronchantes, y los secundarios Adam Driver, Megan Park y Mackenzie Davis son oro puro a ese respecto), tan romántico (la historia de Wallace y Chantry es dulce como pocas), tan hermoso y , en una palabra, tan encantador que no cabe sino rendirse a sus pies. Es simple y llanamente una película casi perfecta dentro de sus parámetros, maravillosamente escrita y actuada, con tantos momentos inolvidables que resulta imposible enumerarlos,y que además rezuman credibilidad y verosimilitud sin resultar (casi) nunca cursis o forzados.. Es además una inyección de alegría y buen rollo, una terapia contra la tristeza y el desamor, compartiendo también ese espíritu de buena onda con Ruby Sparks, donde también estaba Zoe Kazan, que debutó como guionista entonces) o la reciente y aún más maravillosa Begin again, otra prima hermana del estilo de la cinta de Dowse.
Dicha agradecida verosimilitud y voluntad de realismo se refleja también en los dos actores protagonistas. Zoe Kazan y Daniel Radcliffe no son ni tienen cuerpo y cara de supermodelos. Son los vecinos de al lado, nuestros amigos o hermanos. Los escuchamos hablar y reír entre ellos y no pensamos ni siquiera que sean actores. Son simplemente Wallace y Chantry, y eso es decir mucho. Kazan tiene unos ojos que enamoran y una naturalidad desbordante, así como una capacidad innata para emocionar y un sentido del humor muy acertado. Radcliffe es la gran sorpresa. Desde que terminó su labor en Harry Potter no ha dejado de esforzarse en interpretar personajes muy distintos y probar nuevos géneros, y aquí demuestra que no sólo puede hacer comedia, sino que es un muy buen actor cómico. Su personaje arranca muchas carcajadas, alguna que otra lágrima y unos cuantos suspiros en la platea. De eso se trataba y eso es lo que logra el protagonista de La mujer de negro. El que no lo quiera ver que no lo vea. Para los demás, otra prueba más del talento de un actor al que le esperan en el horizonte el joven con cuernos de demonio de Alexandre Aja o una nueva versión de Frankenstein. Toma encasillamiento.
Para todos aquellos que crean que el amor y la vida merecen la pena a pesar de los sinsabores que se encuentran en el camino. Para soñar un rato en el cine.

Lo mejor: Prácticamente todo, y muy especialmente lo divertida y tierna que es y lo bien que están Kazan y Radcliffe..
Lo peor: Quizás el final, especialmente el epílogo, es algo exagerado.
Sibila de Delfos
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