No creo en el destino, pero "Los amantes de la noche" logra por momentos que me entre la duda. Quizá sea una película previsible, pero me importa un comino, porque me gusta el argumento y mucho más cómo me lo cuentan. Nicholas Ray, lo mismo que Joseph H. Lewis en "El demonio de las armas", se las apaña maravillosamente con un presupuesto pequeño y un reparto semidesconocido.

El protagonista parece condenado, por más que intente evitarlo, a llevar una vida en peligro, fuera de la ley, y a arrastrar consigo a quien le ame. Las escenas de acción son pocas pero bien vigorosas, con una violencia más sugerida que expresada. La historia de amor, preciosa pero con crisis y todo, es muy creíble a pesar de su rapidez. Dos personas muy jóvenes que no sólo sienten el flechazo, sino que descubren que se necesitan desesperadamente.

Además de los personajes principales, me encanta el casador exprés. Por si no los llevas tiene un surtido de anillos de varios tamaños y dos testigos a mano. Si no tienes coche te lo proporciona, cobrándote una señora comisión, eso sí. Y hasta se ofrece como agente de viajes.

Que Cathy O'Donnell esté espléndida no quiere decir que Farley Granger esté mal. No es un actor magnífico, pero lo hace bien, y su aspecto me parece muy apropiado para el papel. En esto de la interpretación, como en todas las profesiones, hay quien es grande y quien sólo es bueno, y todos tienen derecho a la vida. Supongo que algunos opinarán que no soy nada exigente, pero se equivocan.

Atención a los diálogos tanto como a las imágenes, y que la disfrutéis.