Un hombre herido ( Randolph Scott ) clama venganza. Una fruta prohibida ( Gail Russell ) se cruzará en su camino. Y una serpiente lúcida, cínica y codiciosa ( Lee Marvin ) tratará de sacar partido de la situación.
Western de serie B, ( no sé por qué suelo recalcar eso, pero cuando algo está bien hecho, me parece mucho más meritorio ), al que Boetticher saca un gran partido, narrando con pulso y eficacia y con grandes escenas dentro de su sencillez.
Pero yo quiero resaltar lo que más me ha gustado.
Uno, el guion y los diálogos. A cargo de Burt Kennedy, me parece soberbio. Una historia sencilla en la que, sin embargo, tienen cabida todos los temas utilizados en este género y otros muchos...Un viaje, una venganza, la valentía, la cobardía, el honor, la tentación, la codicia, el amor, la verdad, la traición, la represión...Utilizando unos diálogos cortos pero muy certeros y bien escogidos, sobre todo, los puestos en boca de Lee Marvin que representa la verdad despiadada y cruel.
Dos, Lee Marvin. No hay ninguna necesidad de reivindicar a este tipo a estas alturas, pero me parece un secundario de aúpa. Y en esta peli más. Su interpretación, sumado al papel en la trama que le ha tocado jugar me parece que aporta un valor esencial en el film que, de otra manera, no hubiera tenido. Para mí, es el personaje más interesante.
Por último no puedo dejar de tratar de defender un poco a Randolph Scott al que todos se empeñan en resaltar su inexpresividad y todo eso. Es posible que así sea ( de hecho, así es ), pero a mí me parece que no le queda mal al personaje que interpreta en este film.
Al fin y al cabo se trata de un personaje que trata de dominar sus emociones, tanto las que siente contra sí mismo como las que le despierta esa mujer recién conocida, para que no le estorben en su idea prefijada...Encontrar a los asesinos.
Y Gail Russell también trabaja bien. Dulce, amorosa y contenida. Dividida entre su lealtad y los nuevos sentimientos que asoman.
Buena película. Los amantes del western se sentirán muy satisfechos, seguro.