Me ha sorprendido bastante este western que a pesar de contener todos los elementos que conforman el género, basa su principal conflicto en una historia de amor, un romance que se erige en protagonista y se adueña de la narración, cosa no muy habitual, por lo menos, entre los que yo he visto.
Claro que, si Eleanor Parker anda metida por medio era una pista que debía inducirnos a sospechar. La pelirroja no se iba a estar quieta. Fuego, pasión y rebeldía son sus señas y Holden debía haber imaginado, al serle ofrecida una cerilla, que debía tener cuidado porque el que podría quemarse iba a ser él.

Norte y Sur. Guerra entre caballeros. Así nos lo dibuja Sturges en ese fuerte Bravo de Arizona, ahora reconvertido en prisión, donde unos pocos soldados de la Unión custodian prisioneros confederados que a la menor oportunidad van a salir pitando a pesar de la amenaza del desierto que rodea el fuerte y de los indios mezcaleros que viven en él y a quienes un uniforme gris u otro azul les supone exactamente lo mismo, un enemigo de su pueblo a batir.
Holden es el hombre de hierro, corazón de hojalata a los ojos de sus compañeros que guarda en su interior un jardín de rosas a cultivar.
La dama misteriosa, belleza etérea que abre sus pétalos cual delicada flor, viene provista de un Derringer. No es una visita que viene a adornar ningún jardín oculto en el fortín, sino la llave de la liberación de los vientos. Holden tendrá que salir en su busca porque podría dejar morir a todos los que se aventuran hacia la muerte menos a ella.

Este es un western romántico, muy romántico, por eso hablo así.
Desde el tratamiento otorgado al paisaje con colores magníficos y nítidos, que aprovecha y resalta con maestría los agrestes espacios. Sol, cielo, nubes, desfiladeros, polvo, arena, rocas y caballos, crean una sensación extraña, novelesca.
El vestuario de la Parker es de matrícula de honor. ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
El tratamiento respetuoso que se dan unos y otros. Aquí no parece haber vencedores ni vencidos. Todos son dignos y respetables aun en la rivalidad y el desencuentro, incluidos los indios que van a protagonizar una batalla inteligente e increíblemente hermosa. Si hay poesía en la guerra, ustedes la verán aquí.

Observo que este western no obtiene calificaciones muy rotundas en la valoración de los usuarios y creo entender por qué.
Más parece un melodrama romántico que otra cosa y me figuro que a los aficionados les causará extrañeza. Bueno. Pues entonces es posible que los no aficionados al western encuentren aquí una película que satisfaga sus gustos.
Lo que sí está claro es que es una buena película, bien realizada, bien interpretada, bien dirigida, bien fotografiada y bien escrita. Que les guste la propuesta o no, ya es otra cosa.

PD: !Se me ha olvidado mencionar a Demarest!. Imperdonable. Sus sentencias y sus escupitajos son la sal y el limón del film. Que la disfruten.