Nos presentan a una especie de ogro todopoderoso, con infinitos brazos para llegar a la policía, los cuales cogen a unos delincuentes para reunirlos en una rueda de reconocimiento, acusados del robo de un camión con armas.
Pero todo es una manipulación en la sombra porque nuestro malo lo que quiere es reunirlos para dar un primer golpe ( sin que ellos sepan que están siendo manipulados), que a su vez es una trampa, para que a su vez la mano derecha de nuestro malo les chantajee, con el fin de que cometan otro golpe en un barco ( en el que se supone que hay droga), pero que a su vez es otra trampa, pues el verdadero fin de nuestro malo, es infiltrarse en el grupo para matar él mismo al único hombre que se supone que puede reconocerle y cargarse a ese grupo, siendo él el único superviviente y aún y todo, lograr convencer a la policía de que el malo, malísimo, era uno de los asesinados del grupo.
Uffff, yo me agoto con estos ejercicios y total ¿ para qué?. La historia me resulta retorcida e incluso absurda.
El malo malísimo, no creo que tuviera necesidad de montar semejante galimatías y correr tanto riesgo de ser descubierto. Un hombre con su poder, perfectamente podía haberse cargado al grupo contratando unos matones y cargarse al testigo ( si quería hacerlo personalmente) de una forma más sencilla. Es que son ganas de enredar, joder.