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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
9
Comedia. Drama Adaptación del relato de Chesterton "La cruz azul" (incluido en "El candor del Padre Brown"). El padre Brown (Alec Guinness), un sagaz y excéntrico párroco muy aficionado a desentrañar casos detectivescos, pierde una preciada cruz medieval que debía llevar de Londres a Roma. El autor del robo es el conocido ladrón de obras de arte Gustave Flambeau (Peter Finch), un experto en disfraces al que el perspicaz sacerdote intenta atrapar no ... [+]
25 de febrero de 2022
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
" Lo que de verdad nos horroriza de un crimen es el conocimiento secreto y vergonzoso de que nosotros mismos somos capaces de cometerlo". Es una de las muchas reflexiones que nos lanza el padre Brown.

Este cura, personaje nacido de la pluma de Chesterton y coetáneo de Sherlock Holmes, es una singular creación en el campo de los grandes detectives de la literatura.
Su inclinación por el campo de la criminología proviene de su interés en el conocimiento del ser humano, cualidad que considera imprescindible para el ejercicio de su labor eclesiástica que, al fin y al cabo, no es otro que conseguir curar sus almas.
Para ello cuenta con una escuela que los más avezados policías y detectives no tienen acceso. El confesionario. En ese pequeño habitáculo, exactamente igual que los psicólogos o los psiquiatras actuales, el padre habrá escuchado todas las miserias mundanas habidas y por haber que le habrán otorgado un inmenso conocimiento del hombre en todas sus vertientes, capacitándolo para su propósito final.
Lo malo es que se supone que un cura no debería dedicarse a atrapar criminales y mucho menos, ocultar pruebas, si las tuviera, a los policías encargados del caso ya que Brown, de ningún modo pretende facilitar la labor de los sabuesos para encerrar al criminal sino, como servidor de una instancia superior, Dios, pescarlos para conseguir redimirlos.
Como se pueden imaginar esta " manía" del cura, ni va a caer bien entre sus superiores eclesiásticos que no van a aprobar esos heterodoxos métodos de ayuda a sus feligreses, ni va a gustar a las autoridades que no van a saber qué hacer con él ni cómo quitárselo de encima.

Yo no he leído ninguno de los relatos de Chesterton y tengo entendido que esta película está inspirada en uno de ellos, aunque me atrevo a decir que será muy libre ya que los relatos de Chesterton son cortos, de no más de 20 o 25 páginas cada uno.
Así que, imagino, que esta cinta está pensada, más bien, con la intención de acercar al espectador al conocimiento del personaje y que, lógicamente, sus lectores se sentirán decepcionados al no encontrar gran fidelidad en el relato lo que, por otra parte, siempre suele pasar.
A mí me ha gustado mucho la caracterización de Alec Guinnes como cura bonachón, deliberadamente despistado pero muy perspicaz y con ese punto exagerado. Me parece que es el efecto que se buscaba crear aquí. Ignoro si ese tono paródico está en los relatos pero a mí me gusta. La comedia resulta, casa muy bien con el suave misterio y tiene algunos momentos muy buenos de refinado humor. El misterio también atrapa toda nuestra atención a pesar de que, atención, conocemos al ladrón desde el primer momento.
De lo que se trata aquí es de ver cómo Guinnes va a conseguir salvarlo, no tanto de atraparlo, que es lo que lo diferencia de otros relatos de detectives.
Y para ello está lo que más me gusta de la peli y es, precisamente, todas las reflexiones e intercambios que sostienen los antagonistas que, al final, creo que es, si no me equivoco, lo que va a caracterizar las andanzas de este singular personaje que me ha dejado un gran sabor de boca y con ganas de más. Muy buena.
Izeta
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