Haz click aquí para copiar la URL
Voto de juanantlopez:
5
Comedia Tras el éxito mundial de Borat, Sacha Baron Cohen interpreta a un reportero gay, con cierta obsesión por la moda y por el culto al cuerpo. Esto le llevará a parodiar a los diseñadores de alta costura y modelos. (FILMAFFINITY)
26 de agosto de 2010
Sé el primero en valorar esta crítica
Bruno es la nueva invención de Sacha Baron Cohen para reírse y tirar por tierra lo que se suele conocer como "políticamente correcto", un término muy estimado por los norteamericanos. Ahora bien, con sólo prestar un poco de atención, es fácil darse cuenta de que Baron Cohen ha seguido el mismo esquema, paso por paso, de Borat: personaje estrafalario que viaja a Estados Unidos, en este caso para hacerse famoso, y tiene naturalmente que aclimatarse, dando lugar a situaciones tan surrealistas como hilarantes. En su periplo no falta su fiel acompañante, y con él compartirá más de una humillación.
La estructura es la misma que en Borat, y el tipo de humor también. Como en aquélla, Baron Cohen va desde un humor finísimo, deliciosamente satírico y mordaz, hasta el humor más vulgar y bestia que se pueda imaginar, basado en tópicos racistas, gays y demás. Voy a decir lo mismo que en Borat: hay un cierto equilibrio entre ambos, pero a veces Baron Cohen se deja llevar por los encantos de lo vulgar y eclipsa los momentos más sarcásticos, más maliciosos. Eso le resta fuerza al conjunto, aunque lo dota de un mayor gamberrismo y de mayor número de carcajadas. En Bruno ese elemento vulgar está muy acentuado, con momentos que parecen buscar que el espectador más curado de espanto se eche las manos a la cabeza.
Sin duda, Sacha Baron Cohen sabe cómo atacar al "establishment" americano, sabe sacarle sus vergüenzas, y eso siempre es estimulante e interesante. El problema puede estar en no saber gestionar esos momentos de humor más salvaje, quitándole fuerza a ese humor más ácido, más crítico con la América más retrógrada.
Lo mejor: su corta duración y algunas escenas realmente memorables.
Lo peor: la sensación de deja vu con Borat.
Por cierto, ojo a la sorpresa final en forma de canción, tal vez lo mejor de la película.
juanantlopez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow