Un buen guión, afinado y con diálogos más que potables tapa lo inverosímil que resulta el argumento. No sé si da para el Oscar que ganó, pero sin duda es de lo mejor que tiene el film. Si se ve con cierta objetividad salta a la vista lo forzado de las situaciones, pongamos como ejemplo la escena del comienzo, ese prólogo que es el secuestro. La rubia seduce a Whitaker para secuestrarlo, lo secuestran, pero no es ella la que luego genera un lazo de amistad con Whitaker, es otro. Y esa amistad no digo que no pueda darse pero no a base de "le saco la capucha", "le ayudo a orinar", más allá de que esta última escena resulte muy interesante.

La atmósfera erótica, húmeda, oscura y embriagante hace el resto. Podríamos decir que esta estética ya es común en Neil y le funciona en parte gracias a la BSO -excepto por el tema "When a man loves a woman" que no se que pintaba en este film-, si te dejas llevar es un viaje interesante. Mérito, también para Neil, es lograr mantener dos géneros unidos como el thriller y el drama romántico, si bien las tres partes del film se fácil diferencian entre sí, están bien aunadas y no te sientes embaucado tanto si esperabas acción como si esperabas romance, muy a diferencia de "Testigo en peligro" (Peter Weir, 1985). Después vemos momentos de lucimiento individual para el director como la ya mencionada escena de la orinada, el ataque militar o el desnudo de Davidson.

Actuaciones correctas, no creo que para gran destaque más allá de la labor interpretativa de Davidson que se elogia más por ser debutante que por lo que en realidad logra, además de que es más sencillo interpretar a personajes que están tan bien definidos desde el papel.

Lo mejor: el ambiente intrigante y barriobajero, underground.
Lo peor: lo inverosímil que resulta cuando tomas distancia.