Un enorme gancho con forma de taladro que se clava profundamente a modo de arpón en tu corazón y cuya cicatriz no serás capaz de olvidar.

Cuando me presentaron este anime hace un par de años, terminando el bachiller y a un paso de la PAU, tenía en mi interior cientos de inseguridades... me mataba pensar que quizá, por lo que fuera no podría alcanzar mis metas ni estar la altura de las circunstancias. En resumidas cuentas, termía el fracaso. Pero ahí estaba este fantastico mecha para sacarme de aquel insufrible atolladero mental.

Gurren-Lagann es un chute constante de autoconfianza. Te dice y repite que en el ser humano las limitaciones no existen, que debes luchar por tus ideales sin permitir que nadie los pisotée y lo más importante, que todo es posible. Estos aspectos tan poderosos que constituyen el cuerpo del anime son llevados a su máxima expresión, cosa que, para mi gusto es lo mejor de la serie.

He recomendado el mecha a personas que creía que lo comprenderían... la mayoría opinaba lo mismo "Las cosas ocurren por la cara", a lo que les respondía que se equivocaban, que todo tiene su significado. Solo hay que abrir bien los ojos.

Somos capaces de cualquier cosa... ese fue el mensaje que me transmitió Simón, su protagonista.