Wong Kar-Wai debutó con este violento film de amor y mafias chinas en el que dejó pequeñas pinceladas de lo que más tarde fue una filmografía consistente. Sinceramente, he visto debuts mucho mejores que el del director chino.

La primera mitad del film es aburrido y no nada destacable. La historia mejora conforme avanza, y cuanto más avanza más violenta se hace, y más lirismo se respira. Hasta que suena la música y estropea el clímax.

Uno de los puntos fuertes de Wong Kar-Wai en toda su filmografía es la música. Su debut tiene una buena versión, pero también un buen montón de canciones que hacen que la película sea de Serie B. Afortunadamente el director corrigió este gran error en su siguiente película, y ahora todos sus films están repletos de hermosas melodías.

Destaca los últimos treinta minutos del film y algún que otro plano marca de la casa. El resto muy pobre para ser de quien es. En muchas ocasiones parecía una peli cutre de serie B y además, viene acompañado de una música horrenda.