Querido Will,

Como creo que ya hay la suficiente confianza entre nosotros me veo en la obligación de darte un consejo. Por favor, cambia de agente. Hemos pasado muchas horas juntos, aún recuerdo lo bien que lo pasábamos en Bel-Air. Nunca se me olvidará que te debo una cuando arreglaste lo mío con Ashley, tu prima y yo hicimos más que buenas migas.

Aún recuerdo cuando me pediste que te ayudara a matar marcianos en el día de la independencia. A aquella nave nodriza la derribé yo y tu te llevaste la gloria, aunque lo niegues yo siempre tuve mejor puntería. Acuérdate amigo Will quién fue quien te sacó de los Hombre de Negro, si no hubiera sido por mi todavía estarías pringado de baba marciana.

Mi querido compañero, cuantas horas me has hecho compañía. Recuerdo con mucho cariño aquel inolvidable combate con George Foreman en Zaire. Qué días aquellos en los que brillaba lo que tocabas por muy malo que fuera el sito en el que te desenvolvieras.

Mi gran amigo, tu chispa, tu gancho y tu talento te pueden salvar el culo durante un tiempo más, pero de verdad, tendrás que escoger muy bien dónde te metes porque ser leyenda y superhéroe no te ha sentado nada bien. Sabes que siempre estoy a tu lado, que soy tu fiel seguidor, pero también sabes que tres mierdas seguidas son demasiadas y no te voy a pasar ni una más.

Amigo mío, te lo diré por última vez. Por favor cambia de agente y elige mejor los proyectos en los que te metes. Otro Hancock puede arruinar a cualquiera.