Con poquísimo presupuesto el señor James Wan, redefine el cine de terror tipo serie “B”, al ponerlo otra vez en auge, con una retorcida (al igual que reza el “slogan” de la productora) e inquietante historia que trata sobre un enfermo en etapa terminal, que cree ser un justiciero y ser capaz de castigar a quienes no saben valorar sus vidas.

El inicio (algo confuso) retrata como dos aparentes desconocidos despiertan en un sucio baño, se encuentran encadenados en esquinas contrarias y frente a un cadáver. Es en ese momento en que empiezan a cuestionarse el por que se encuentran en aquel “macabro” lugar.

La premisa principal de la que parte es muy interesante y algo parecida a la película “Seven” de David Fincher, además el modo en que es construida (mediante continuos “flashbacks”) dan al espectador la información necesaria para comprender las razones por las que los dos protagonistas se encuentran en ese sitio, conocer sus personalidades y muy en especial los errores que los llevaron a estar ahí, como son la infidelidad del Doctor y el chantaje de Adam.

Si bien en ciertas escenas se puede notar las fallas técnicas por el bajo presupuesto que maneja la producción, en la mayor parte se compensa en cambio, con este mismo factor para crear una mayor sensación de suspenso y terror. Otro punto es el reparto básico, y digo esto por que algunos actores por aquel entonces estaban en franco declive, como es el caso de Cary Elwes y Danny Glover, quienes hacen lo justo con su respectivo personaje en este film. Pero sin duda lo que se lleva las palmas es la atemorizante presencia de “Jigsaw”, personificado hábilmente por Tobin Bell, de paso creando otro ícono terrorífico “Made in Hollywood” y tal vez de culto. Otros secundarios destacables son Shawnee Smith, Monica Potter, Dina Meyer y Ken Leung.

Todo esto en conjunto componen un rotundo éxito del cine independiente e inician una de las sagas “gore” más subtituladas de la primera década de este siglo, pero sin duda es esta primera parte lo más rescatable de las innumerables secuelas que le siguieron (que afortunadamente ya se acabaron) y creo que la opacaron.