Demoledora y ácida sátira sobre el mundo de la televisión, específicamente sobre los "mass media" que a través de un "simple" noticiero con "horario estelar" pueden ejercer sobre nosotros los espectadores una influencia enorme y de tal envergadura que de un modo inconsciente pueden "direccionarnos" hacia donde ellos literalmente quieren llevarnos.

Otro brillante trabajo del gran Sydney Lumet que sabe dotar de ritmo y velocidad a un relato plagado de detalles que muestran de un modo sarcástico (pero serio) como se mueven los hilos de las noticias y el periodismo televisivo; esto lo sabe realizar muy bien Paddy Chayefsky en un guión impecable que sabe "donde picar" y nos adentra directamente en un submundo peligroso y cruel que se esconde tras las luces y cámaras de un estudio televisivo, nos hace replantear la idea del rol importante de la comunicación en un mundo que parece estar mas interesado en la frivolidad, el morbo y al cual casi que obedecemos, creemos, "ciegamente" y lo peor no cuestionamos su veracidad ni pensamos en lo que pudo suceder y como dice cierto personaje y afirma con toda seguridad: "La televisión no es la realidad, es solo entretenimiento".

Un excelente reparto con actuaciones muy bien conseguidas como un impecable William Holden, unos certeros Faye Dunaway y Peter Finch, junto a un increíble (como siempre) Robert Duvall. Por ahí también se dejan ver Beatrice Straight, Wesley Addy, Ned Beatty, Arthur Burghardt, Bill Burrows, Jerome Dempsey y Conchata Ferrell.

Una propuesta que no pierde vigencia, con los años gana mas valor.