14 de noviembre de 2016
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Una película que no busca ni trascender ni que la odien, es algo llana y huele algo rancio detrás de tanto adorno digital, sin embargo tiene un punto a su favor, y talvéz el más importante es que no trata de ser lo que no es. Es divertida aunque algo vacía y te da justo lo que ofrece, no trata de dar muchas explicaciones ni tampoco propone mayor novedad más allá de los impecables efectos visuales.
Funciona pero no esperes más de lo que viste en el Trailer.
Del reparto un competente (y muy bien formado) Alexander Skarsgård en el protagónico junto a la siempre bella Margot Robbie, a quienes acompañan un desabrido Christoph Waltz, un Samuel L. Jackson, que seguramente estaba buscando residencia en algún lugar de Africa después de que ganó la presidencia Donald Trump.
Por ahí se dejan ver de paso nomás Djimon Hounsou, Jim Broadbent y John Hurt.
Nada más.
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