Empezando por la maravillosa partitura de Rózsa y siguiendo por un guión lleno de momentos espectaculares, esta es una de mis películas favoritas del director.
En contra de la mayoría de sus obras, esta es una cinta de aventuras, un compendio de idas y venidas, todas ellas con lógica y sentido.
Un guión divertido, irónico y con el siempre evidente sello Wilderiano anti-nazi.
Nos muestra una visión personal de la vida del detective, su lado más oscuro o, si se prefiere, su lado mas desconocido, sus pasiones, su forma de trabajar...
Watson también aparece, claro esta, de hecho él es el narrador del caso mas desconocido del que fuera habitante de Baker Street.
Hay un pequeño guiño, por parte de Wilder sobre como ve él a la reina de Inglaterra... Genial..
Gran película, obra poco conocida dentro de la filmografía del Austriaco pero que es de obligada visión.