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Voto de Luis Guillermo Cardona:
8
Fantástico. Drama Película compuesta de ocho cortometrajes. Son ensoñaciones dispersas, independientes, pero engarzadas entre sí por deseos, angustias y añoranzas. La historia de Yo, desde su infancia hasta su vejez, sirve para mostrar las relaciones del hombre con el mundo, el arte, la espiritualidad, la muerte. Los ocho relatos (extraídos de sueños de Kurosawa) reflejan lo cambios experimentados por Japón a lo largo de un siglo. (FILMAFFINITY)
19 de abril de 2010
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Akira Kurosawa era un buen hombre. Oriental de pura cepa, consiguió ver más allá de la superficie, trascendió la piel y agudizó los sentidos hasta comprender la grandeza de nuestro mundo. Vió, reconoció y palpitó con la belleza natural que el mundo nos ofrece; sintió, compartió y respetó la profundidad del hombre que ejerce, la dignidad y el amor, con el resto de sus congéneres; y puso su vida al servicio de un arte, para él sagrado y pulcro, con el que plasmó sus sentimientos, sus esperanzas, y sus miedos.

Para el año 1990, Kurosawa ya había creado una obra cinematográfica que comprendía 28 películas, la mayoría de ellas de hondo significado y una que otra con pequeñas lagunas como las tiene cualquier otro artista, pues, no siempre la inspiración y/o las condiciones, consiguen encontrarse en su punto más alto. Con todo, ya se había hecho merecedor al premio León de Oro y también al León de Plata en Venecia; había recibido el Oscar al Mejor Filme Extranjero; y dos Osos de Plata en el Festival de Berlín, también reconocieron su virtuosismo.Ya había superado la peor crisis existencial de su vida, y había ganado el reconocimiento de grandes productores europeos y norteamericanos quienes financiaron sus últimos proyectos.

Así, con el apoyo de Steven Spielberg y George Lucas, llegaron entonces “LOS SUEÑOS DE AKIRA KUROSAWA”, un filme muy bello visualmente, colmado de ilusiones y desencanto, inocente y tierno como si lo contara su niño más íntimo, y esperanzado en despertar la conciencia del hombre de fin de siglo, el cual está a punto de arruinar por completo la permanencia del ser humano, en este sorprendente hogar que nos dieron por legado.

Son ocho sueños que vindican la naturaleza y su magia; que nos hablan de las fuerzas que existen más allá de los sentidos; que nos alertan contra la catástrofe nuclear; y nos recuerdan la majestuosidad y la seguridad que, en principio, nos fueran regaladas.

El resultado es un filme con significado y digno de un torturado autor que, a fuerza de constancia, mantuvo encendida la esperanza en el hombre.
Luis Guillermo Cardona
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