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Voto de Natxo Borràs:
6
11 de febrero de 2012
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con el fin de ampliar su oferta en la producción de films con personajes de carne y hueso, la Disney nunca se desmarcó en rodar productos más o menos infantiles. También se reservó en producir películas de cáliz familiar con algún planteamiento más o menos dramático pero sin obviar su sentido del espíritu y la aventura.
Un suceso real ocurrido en la antigua Alemania Oriental en 1979 les fue a huevo para emprender ésta producción delegada al director Delbert Mann (realizador de la mítica comedia dramática “Marty” que interpretó Ernest Borgnine en 1955 y popularizar a Doris Day en las películas “Pijama para Dos” (1961) y “Suave como Visón” (1962)).
Delbert Mann, que en los ochenta se dedicó a trabajar enteramente para la televisión, se encargó de escenificar la vida de las dos familias alemanas, los Strelzyk y los Wetzel, cuyos progenitores (John Hurt y Beau Bridges) consiguen construir un globo y con él y los suyos intentar cruzar el Telón de acero. Es decir, de las alambradas, la policía secreta y los impertinentes focos que iluminan los campos minados a prueba de fugitivos.
Un film entretenido, bien realizado y que nos obsequia con sus dosis de suspense en un país dividido dónde el hombre era controlado constantemente, desde las impertinencias de los vecinos a las preguntas de las autoridades.
Un suceso real ocurrido en la antigua Alemania Oriental en 1979 les fue a huevo para emprender ésta producción delegada al director Delbert Mann (realizador de la mítica comedia dramática “Marty” que interpretó Ernest Borgnine en 1955 y popularizar a Doris Day en las películas “Pijama para Dos” (1961) y “Suave como Visón” (1962)).
Delbert Mann, que en los ochenta se dedicó a trabajar enteramente para la televisión, se encargó de escenificar la vida de las dos familias alemanas, los Strelzyk y los Wetzel, cuyos progenitores (John Hurt y Beau Bridges) consiguen construir un globo y con él y los suyos intentar cruzar el Telón de acero. Es decir, de las alambradas, la policía secreta y los impertinentes focos que iluminan los campos minados a prueba de fugitivos.
Un film entretenido, bien realizado y que nos obsequia con sus dosis de suspense en un país dividido dónde el hombre era controlado constantemente, desde las impertinencias de los vecinos a las preguntas de las autoridades.