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Voto de Nekro Zombie:
8
30 de marzo de 2014
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
***ESTA CRÍTICA CONTIENE SPOILERS***
Durante los 60-70 estuvo especialmente de moda un tipo de crítica cinematográfica conocido como "crítica ideológica". Eran tiempos revolucionarios, con lo cual muchas obras se analizaban desde el punto de vista de los mensajes políticos que lanzaban. Junto con la "crítica psicológica", llegó a copar algunas de las publicaciones más importantes. Hasta tal punto que incluso a día de hoy son incontables quienes hacen uso tanto de una como de la otra de una manera consciente o inconsciente. De hecho, en España parece que nos hayamos quedado atascados en esta forma de analizar las películas. Es decir, en función de cuan complejos son los protagonistas y sus relaciones y qué sugerencias "intelectuales" nos transmiten.
He realizado esta pequeña introducción porque me ha sorprendido mucho que, pese a que la mayoría de críticas que he leído en esta página sobre "La doncella" son de cáliz "psicológico" e "ideológico", ninguna ha nombrado ni de pasada lo más evidente: Es misógina. Es muy misógina. Aunque también es un oprobio hacia la Corea del Sur de aquellos años, para mí no es más que un telón de fondo para que el autor, que es director y guionista, plasme en pantalla qué opinion le merecen las mujeres.
Teniendo muy claro que estamos ante un panfleto misógino, se hace terriblemente complicado examinar en profundidad este filme por las evidentes connotaciones negativas que surgen desde una mirada actual, una mirada del S. XXI; del mismo modo que sucede con las películas antisemitas que hicieron los nazis, como por ejemplo "El judío Suss". Pese a que sus virtudes cinematográficas son innegables, puede chocarnos el hecho de que alguien pueda defender algo que los occidentales hemos pasado a considerar casi "prohibido" o "ultra-políticamente incorrecto". Pero precisamente en este punto reside parte de su morbo: en ver algo "antiguo" sabiendo que rara vez tendrá un análogo "moderno" por la polémica que ocasionaría. Desde una perspectiva personal, quiero dejar muy claro que no estoy nada de acuerdo con Kim Ki-young ni tengo nada en contra de las mujeres. Pero, por otro lado, también me gusta cuando alguien "se moja" y da su sincera opinión sobre cualquier tema. Y más si se hace al nivel que el surcoreano alcanza en "La doncella".
Centrándonos ya en la obra, desde un inicio se nos presenta un apuesto profesor de música que, obligado por su mujer, se mata a trabajar con ánimo de tener un estatus social superior. Inducido de nuevo por su mujer, también amplía su casa que pasa a convertirse en la más impresionante del barrio. Es aquí cuando empiezan sus problemas. Al llamar la atención, al situarse de algún modo por encima del resto, las señoritas empiezan a buscarle y a intentar seducirle sin importarles demasiado que esté casado. La primera que hace acto de presencia es una de sus alumnas, que con la excusa de dar clases de piano consigue meterse en su casa de modo continuo. Son espectaculares los planos en los que, de manera muy sutil y muy "oriental", se nos da a entender la cantidad de artimañanas utilizadas por la chica con intencion de que el profesor caiga ante sus encantos. Dichas añagazas acaban en tragedia, pues su mejor amiga, tras perderlo todo, incluído el honor, se suicida por su culpa.
La mujer del profesor, harta de trabajar, simula que le faltan las fuerzas y que ha caído enferma para evadir las responsabilidades del hogar. Kim Ki-young se muestra despiadado porque viene a decirnos que, aunque las mujeres tengan un oficio y se valgan por sí mismas, anhelan vivir de sus maridos de un modo despreocupado, disfrutando del ocio (son muchos los planos en que sale la mujer tendida en la cama sin hacer nada), de los hijos, de la vida, etc. A lo largo de toda la cinta se nos da este aviso desde tres hembras distintas. Le pide al profesor que por favor contrate una doncella porque que ella "ya no puede". No puede porque una "señora" de su "categoría" debe dejar de preocuparse por hacer cosas banales, véase la comida.
Continúa en spoilers.
Durante los 60-70 estuvo especialmente de moda un tipo de crítica cinematográfica conocido como "crítica ideológica". Eran tiempos revolucionarios, con lo cual muchas obras se analizaban desde el punto de vista de los mensajes políticos que lanzaban. Junto con la "crítica psicológica", llegó a copar algunas de las publicaciones más importantes. Hasta tal punto que incluso a día de hoy son incontables quienes hacen uso tanto de una como de la otra de una manera consciente o inconsciente. De hecho, en España parece que nos hayamos quedado atascados en esta forma de analizar las películas. Es decir, en función de cuan complejos son los protagonistas y sus relaciones y qué sugerencias "intelectuales" nos transmiten.
He realizado esta pequeña introducción porque me ha sorprendido mucho que, pese a que la mayoría de críticas que he leído en esta página sobre "La doncella" son de cáliz "psicológico" e "ideológico", ninguna ha nombrado ni de pasada lo más evidente: Es misógina. Es muy misógina. Aunque también es un oprobio hacia la Corea del Sur de aquellos años, para mí no es más que un telón de fondo para que el autor, que es director y guionista, plasme en pantalla qué opinion le merecen las mujeres.
Teniendo muy claro que estamos ante un panfleto misógino, se hace terriblemente complicado examinar en profundidad este filme por las evidentes connotaciones negativas que surgen desde una mirada actual, una mirada del S. XXI; del mismo modo que sucede con las películas antisemitas que hicieron los nazis, como por ejemplo "El judío Suss". Pese a que sus virtudes cinematográficas son innegables, puede chocarnos el hecho de que alguien pueda defender algo que los occidentales hemos pasado a considerar casi "prohibido" o "ultra-políticamente incorrecto". Pero precisamente en este punto reside parte de su morbo: en ver algo "antiguo" sabiendo que rara vez tendrá un análogo "moderno" por la polémica que ocasionaría. Desde una perspectiva personal, quiero dejar muy claro que no estoy nada de acuerdo con Kim Ki-young ni tengo nada en contra de las mujeres. Pero, por otro lado, también me gusta cuando alguien "se moja" y da su sincera opinión sobre cualquier tema. Y más si se hace al nivel que el surcoreano alcanza en "La doncella".
Centrándonos ya en la obra, desde un inicio se nos presenta un apuesto profesor de música que, obligado por su mujer, se mata a trabajar con ánimo de tener un estatus social superior. Inducido de nuevo por su mujer, también amplía su casa que pasa a convertirse en la más impresionante del barrio. Es aquí cuando empiezan sus problemas. Al llamar la atención, al situarse de algún modo por encima del resto, las señoritas empiezan a buscarle y a intentar seducirle sin importarles demasiado que esté casado. La primera que hace acto de presencia es una de sus alumnas, que con la excusa de dar clases de piano consigue meterse en su casa de modo continuo. Son espectaculares los planos en los que, de manera muy sutil y muy "oriental", se nos da a entender la cantidad de artimañanas utilizadas por la chica con intencion de que el profesor caiga ante sus encantos. Dichas añagazas acaban en tragedia, pues su mejor amiga, tras perderlo todo, incluído el honor, se suicida por su culpa.
La mujer del profesor, harta de trabajar, simula que le faltan las fuerzas y que ha caído enferma para evadir las responsabilidades del hogar. Kim Ki-young se muestra despiadado porque viene a decirnos que, aunque las mujeres tengan un oficio y se valgan por sí mismas, anhelan vivir de sus maridos de un modo despreocupado, disfrutando del ocio (son muchos los planos en que sale la mujer tendida en la cama sin hacer nada), de los hijos, de la vida, etc. A lo largo de toda la cinta se nos da este aviso desde tres hembras distintas. Le pide al profesor que por favor contrate una doncella porque que ella "ya no puede". No puede porque una "señora" de su "categoría" debe dejar de preocuparse por hacer cosas banales, véase la comida.
Continúa en spoilers.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
El profesor, otra vez, se deja convencer y le pide a su alumna enamorada que por favor le busque una criada. La elegida es una chica liberal, algo que sabemos porque "fuma" en una sociedad en la que este vicio es cosa de hombres y por su estética, que de primeras acepta el puesto de trabajo por la retribución económica. Kim Ki-young hace gala de su mala leche con la elección de este personaje como centro de todo el embrollo. La doncella viene a ser la "moderna" de nuestros días. Es decir, una joven en principio exenta del conservadurismo propio de su país que acabará convirtiéndose en "una más" al descubrir que ella puede ser la dueña de todas las comodidades de las que disfruta la mujer de otro. Resumiendo: Kim Ki-young asegura que, pese a las apariencias, todas son iguales.
Aprovechando un momento de debilidad emocional, la doncella, ya instalada en la casa, se lleva a la cama al profesor, preso de sus instintos. Lo que en principio no debía ser más que un momento de lujuria, acaba en embarazo. El profesor, hombre de moral férrea, acaba confesándoselo a su mujer. Ésta sorprendentemente se muestra comprensiva y le explica a la doncella qué hacer para provocarse un aborto. La chica en principio le hace caso. Sin embargo, posteriormente, al ver su hijo "muerto", al ver que se le ha escapado la oportunidad de llevar una vida aburguesada, se vuelve loca y amenaza con hacer público todo lo que le ha sucedido si no se cumplen todas sus demandas.
Es durísimo cuando vemos a la doncella como ama y señora del hogar mientras la esposa del profesor se mata a trabajar. Lo que una mujer le estaba haciendo a otra, se vuelve en su contra. Dos hembras luchando por el "macho alfa". Por mucho que les duela, aunque las dos tengan hijos muertos (la doncella envenena al hijo de la verdadera esposa como venganza), ladean la cabeza y miran hacia el suelo para no perder aquello que han conseguido. El profesor, confuso, harto y deprimido, decide acabar con su vida para evitar la vergüenza pública, para no ser partícipe de las maquinaciones a las que ha sido expuesto. Una vez ha consumido el veneno, decide morir al lado de su esposa a la que le suelta algo como: "Intenta arreglártelas sin mí". No es casualidad que el único momento en el que vemos un ápice de "feminismo" venga por parte de un hombre.
En cualquier caso, para mí lo más terrorífico es el auténtico final. Ése en el que el profesor nos mira directamente y viene a decirnos que los hombres tenemos tendencia a ser infieles, especialmente con las jovencitas, mientras que las mujeres a ser unas completas "interesadas"; que todo esto está grabado en nuestros genes y no lo podemos evitar.
En conclusión, le habría puesto un diez de no ser porque, de algún modo, la "crítica ideológica" a mí también me frena. Yo no tengo, ni de lejos, una visión tan oscura sobre el sexo opuesto. Y francamente espero no tenerla jamás.
P.D: Una cosa muy curiosa que a muchos les habrá pasado desapercibida es que la casa "nueva" del profesor contiene innumerables elementos occidentales, lo cual tiene un sentido simbólico. Kim Ki-young se muestra conservador y defiende que aquello que puede funcionar en Occidente no tiene por qué ser válido en Oriente; que los coreanos están abrazando de algún modo una cultura que no es la suya y que les puede jugar en su contra.
Aprovechando un momento de debilidad emocional, la doncella, ya instalada en la casa, se lleva a la cama al profesor, preso de sus instintos. Lo que en principio no debía ser más que un momento de lujuria, acaba en embarazo. El profesor, hombre de moral férrea, acaba confesándoselo a su mujer. Ésta sorprendentemente se muestra comprensiva y le explica a la doncella qué hacer para provocarse un aborto. La chica en principio le hace caso. Sin embargo, posteriormente, al ver su hijo "muerto", al ver que se le ha escapado la oportunidad de llevar una vida aburguesada, se vuelve loca y amenaza con hacer público todo lo que le ha sucedido si no se cumplen todas sus demandas.
Es durísimo cuando vemos a la doncella como ama y señora del hogar mientras la esposa del profesor se mata a trabajar. Lo que una mujer le estaba haciendo a otra, se vuelve en su contra. Dos hembras luchando por el "macho alfa". Por mucho que les duela, aunque las dos tengan hijos muertos (la doncella envenena al hijo de la verdadera esposa como venganza), ladean la cabeza y miran hacia el suelo para no perder aquello que han conseguido. El profesor, confuso, harto y deprimido, decide acabar con su vida para evitar la vergüenza pública, para no ser partícipe de las maquinaciones a las que ha sido expuesto. Una vez ha consumido el veneno, decide morir al lado de su esposa a la que le suelta algo como: "Intenta arreglártelas sin mí". No es casualidad que el único momento en el que vemos un ápice de "feminismo" venga por parte de un hombre.
En cualquier caso, para mí lo más terrorífico es el auténtico final. Ése en el que el profesor nos mira directamente y viene a decirnos que los hombres tenemos tendencia a ser infieles, especialmente con las jovencitas, mientras que las mujeres a ser unas completas "interesadas"; que todo esto está grabado en nuestros genes y no lo podemos evitar.
En conclusión, le habría puesto un diez de no ser porque, de algún modo, la "crítica ideológica" a mí también me frena. Yo no tengo, ni de lejos, una visión tan oscura sobre el sexo opuesto. Y francamente espero no tenerla jamás.
P.D: Una cosa muy curiosa que a muchos les habrá pasado desapercibida es que la casa "nueva" del profesor contiene innumerables elementos occidentales, lo cual tiene un sentido simbólico. Kim Ki-young se muestra conservador y defiende que aquello que puede funcionar en Occidente no tiene por qué ser válido en Oriente; que los coreanos están abrazando de algún modo una cultura que no es la suya y que les puede jugar en su contra.