En un mundo saturado de sagas cinematográficas de superhéroes donde la industria del cine empieza a ser más industria que cine...Aparece Deadpool a lomos de su unicornio que vomita arcoíris si le frotas el cuerno a salvarnos del tedio.

Y es que esta película es muy, muy necesaria.

A cualquier profano como yo que entre al cine puede parecerle al principio que va de un tío con superpoderes intentando hacerse el gracioso mientras va de p.to amo. Y en efecto, es el p.to amo... Pero es que además al final de la peli también os parecerá gracioso.
Una maratón de burlas a la industria de Hollywood, chistes de metaficción, parodias sobre los tópicos del cine superhéroes, personajes absurdos y un cameo aún más absurdo serán suficiente para que la trama (que para estar escrita por p.tos amos es paradójicamente tópica a más no poder) te acabe importando tanto como a Deadpool que le corten la mano.
La irreverencia llega hasta tal punto que se burlan hasta de los productores y del presupuesto de la película.

Ryan Reynolds está superlativo en su papel, se nota que disfruta interpretando al personaje y de paso se burla de la linterna verde que lo dejó a medio gas. Se merece una franquicia que engrose sus bolsillos.

Total, no sé si Deadpool llegará a ser la parodia definitiva del género de superhéroes de cómic.
Pero el único superpoder que tenemos los mortales cuando la vida nos putea es el sentido del humor, así que...Chúpate esa Birdman.