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España España · bilbao
Voto de ernesto:
8
Drama Aydin, un actor jubilado, dirige un hotelito en Anatolia central con la ayuda de su joven esposa, de la que está muy distanciado, y de su hermana, una mujer triste porque se acaba de divorciar. En invierno, a medida que la nieve va cubriendo la estepa, el hotel se convierte en su refugio y en el escenario de su aflicción. (FILMAFFINITY)
4 de octubre de 2014
28 de 30 usuarios han encontrado esta crítica útil
Habiendo visto dos películas anteriores de Nuri Bilge Ceylan, e, incluso, habiendo disfrutado de ellas, era incapaz de evitar la sensación de pánico ante las tres horas largas que dura Winter Sleep, su última película, y con la que, por fin, ha conseguido esa Palma de Oro a la que tantas veces había aspirado.
Y digo pánico, porque aunque tanto Uzak (Lejano) como Tres Monos eran películas más que atractivas, también hay que reconocer que la densidad del universo del director turco resulta a veces tan reconfortante como la cama de un fakir. Eso, y que 200 minutos de película son muchos minutos aunque uno sea el mismísimo Martin Scorsese.
Dicho esto, es justo reconocer que la experiencia, aunque te deja exhausto, es bastante gratificante y proporciona algunos momentos de cine absolutamente vibrante que nunca hubiera imaginado encontrarme en una película dirigida por Nuri Bilge Ceylan.
Winter Sleep transcurre en un entorno tan inmenso como, a la vez, claustrofóbico, como puede resultar la Capadocia turca ante la llegada del frío invierno. Como un personaje más, el escenario elegido por el director para situar la acción de la película es el marco perfecto en el que desarrollar el estado de ánimo que acompaña a los personajes de esta historia encabezados por un viejo actor retirado que dirige un modesto hotel, su joven mujer, y su hermana. La relación que mantienen estos tres personajes entre sí, y la que, a su vez, mantienen con el entorno natural y humano que les rodea es el eje sobre el que gira esta densa pero atractiva película.
Es, tal vez, en la interacción entre los habitantes de ese pequeño hotel con la gente del entorno donde el peso de la narración se hace más patente. Esa sensación de que el alarde intelectual que plantea el director siempre te lleva varios pasos de ventaja como espectador, puede acabar siendo un tanto agotadora, por más que el envoltorio visual que lo rodea sea de una belleza sencillamente apabullante.
Pero llega un momento en que, en la intimidad de ese pequeño hotel, el protagonista, Aydin, un hombre en permanente estado de escepticismo y distancia ante el ser humano, habla, primero con su cínica hermana y mas tarde con su insatisfecha mujer. Son estas dos conversaciones entre personas que están viviendo sus vidas con absoluta amargura, donde Nuri Bilge Ceylan consigue extraer oro puro de su guion y de sus actores para componer dos extensas set pieces en las que la pantalla se llena de reproches en dos duelos dialécticos de auténtica altura. Especialmente vibrante resulta la conversación que el protagonista mantiene con su hermana, en un diálogo que justifica por sí solo la Palma de Oro que la película ganó en Cannes, y en el que Bilge Ceylan pone en evidencia, con absoluto virtuosismo, buena parte de los conflictos que normalmente aportan tensión a las relaciones humanas.
Ahora que ya, por fin, Nuri Bilge Ceylan ha conseguido la Palma de Oro con una película, extraordinaria en muchos aspectos, pero un poco prefabricada para triunfar en Cannes, solo queda esperar que en su siguiente película se centre en esa ligereza narrativa, llena de inteligencia, que hace que Winter Sleep, en sus mejores momentos, sea un placer absoluto.
ernesto
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