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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
5
Comedia Tacey y Harry King, acaban de quedarse sin niñera para sus tres traviesos chicos. Cualquier otro intento de hacerse a una nueva babysitter resulta frustrado... hasta que a Tacey (Maureen O'Hara), se le ocurre poner un anuncio en el periódico que pronto recibe respuesta de Lynn Belvedere, pero, cuando ellos esperan a una eficiente joven, llega un elegante caballero (Clifton Webb) que traerá consigo un montón de cambios y sorpresas. ... [+]
15 de marzo de 2018
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
61/05(07/03/18) Decepcionante comedia estadounidense realizada por Walter Lang, a tenor de su puntuación esperaba pero que muchísimo más, y no este relato enmohecido por un humor caduco, de brocha gorda, rebosante de clichés, donde las situaciones más inverosímiles son superadas (en el absurdo) por la siguiente, en una premisa donde chirriante es quedarse corto. El guión de F.Hugh Herbert adapta libremente la novela de Gwen Davenport “Belvedere” (1947), donde su idea central es que al anuncio de un matrimonio de clase media que necesita una niñera para cuidar de sus hijos acude un hombre de modales marciales, y como este revoluciona no solo el hogar si no también la comunidad donde viven. Aunque en realidad en su subtexto remanece una batalla entre dos homosexuales nada velados en la figura del niñero y de un vecino metomentodo. Lo mejor es el estoicismo con que Clifton Webb encarna al niñero moderno, personaje por el que fue nominado al Oscar, al parecer no tuvo que actuar demasiado, pues se dice que era su personalidad muy parecida a su rol, incluso en lo de gay. Lo malo es todo lo demás en una cinta apolillada, superada por el tiempo, avejentada, con un desarrollo en base a ocultarnos información básica que al final se destapa cual truco de prestidigitador malo, subyaciendo una crítica a la hipócrita sociedad burguesa (bastante superficial) en su fariseísmo y “marujismo” social (cual vieja del visillo), y su culto a las falsas apariencias, para ello nada más alegórico que el nombre de la villa donde sucede todo, Hummingbird Hill (traducido al castellano La Colina del Colibrí, o como también es conocido el pájaro, picaflor). El fotógrafo Loomis Dean visitó el set para fotografiar la filmación de la revista Life y fotografió a Webb junto con las aún desconocidas actrices Laurette Luez y Marilyn Monroe, que no aparecen en la película. El éxito del personaje de Belvedere dio lugar a dos secuelas, “Mr. Belvedere Goes to College” (1949), con Shirley Temple, y “Mr. Belvedere rings the bell” (1951), asimismo inspiró décadas después una serie de televisión, “Mr. Belvedere”, protagonizada por Christopher Hewett, que se emitió por primera vez en 1985.

En la historia remanece una crítica a los matrimonios que por cuestiones de trabajo eluden sus deberes con sus hijos, y delegan estas funciones en extraños, y de este modo puede haber extraños que puedan hacer implosionar a la familia (en este caso de dos velados gays, uno desde dentro y el otro desde fuera). Asimismo me es interesante el juego que da este niñero, apoderándose poco a poco del control de la casa, manipulando a unos y a otros, esto puede que influenciado por la novela del británico Robin Maugham “El sirviente”, publicada ese mismo año del estreno de 1948, pero esto solo queda en un bosquejo caricaturesco.

El relato se puede ver partido en dos: En el primer tramo se nos presenta la situación el (simplón) humor es blanco, se nos presentan los personajes, se da el choque con el nuevo niñero, su peculiar modo de cuidar de los pequeños. Y los agujeros y situaciones forzadas se amontonan cual tsunami imparable. Y es que una ama de casa, con tres hijos, que no se les ve traviesos, necesita una niñera? No tendría algo de lógica que se nos mostrara a los niños como enanos aspirantes a demonios? Al menos esto deja caer una niñera al principio que se despide por agobiada y luego no atisbamos maldad alguna en los chiquillos, con lo que chirría la idea central; Que son tres niños y no una docena; Se puede permitir un abogado del montón pagar una niñera a tiempo completo? Solo vemos en los métodos de Belvedere dos momentos disciplinarios, uno cuando le tira el bol de comida en la cabeza al bebé, se supone que esto provocará muchas risas (aparte queda que al padre le parezca bien este método ojo por ojo con su niño)? Y el otro cuando al mismo bebé le impide jugar con su padre durante el baño, y ya no hay más conexión con los chavales, y sin embargo se supone que los ha disciplinado muy bien, como tampoco hay conexión emocional alguna entre Belvedere y los tres niños, no hay momentos de interrelación de humor entre Belvedere y los tres (todo ocurre fuera de cámara, en elipsis), con lo que la escena en que lloran por que puede ser despedido resulta forzadísima (no será que en realidad a Clifton Webb en realidad, como al personaje que encarnaba tampoco le gustaban los mocosos); La segunda parte se hunde en los malentendidos, y su humor resulta algo más oscuro, con falsas apariencias de infidelidades soterradas, que lo que esconden realmente es el submundo de cotilleos maledicentes que anida en las comunidades pequeñas, pero esto además expuesto de modo chusco. Ello motivado por un conjunto de situaciones esperpénticas, como el marido se vaya de viaje de negocios y entonces por los celos de este a Belvedere se tenga que ir ella a casa de unos amigos a dormir, dejando a sus churumbeles con el niñero (todo con mucho sentido común), y ya él no va más es el gran escándalo que produce que la esposa encarnada por Maureen O’Hara sea vista bailando con Belvedere, un absurdo sobre otro absurdo. Y en su clímax se quiere arremeter contra los metomentodo que intoxican con sus chismorroteos (picaflores), pero esto nos llega en un final atropellado, sin información anterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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